Crónica-Redacción:Noelia Pinto Cervero-Barcelona-Latribunamadridista
El Real Madrid perdió la condición de campeón de la ACB tras caer en el Palau ante el Barcelona en el cuarto partido de la serie por 83-81.
El Real Madrid sabía que jugaba sin ningún tipo de red. Una victoria le daba la oportunidad de jugar un quinto partido por el título, mientras que una derrota le mandaba directamente de vacaciones. Un cara o cruz le esperaba en el Palau.
A diferencia del partido del martes, los blancos entraron metidos en el partido. Mandaba el Barcelona, sí, pero por diferencias pequeñas y asumibles, lejos del 10-2 del encuentro jugado hace 48 horas. El 14-10 del minuto seis era un buen reflejo de la igualdad. Por parte madaridista, Rudy Fernández era el que tiraba del carro. Los seis puntos del mallorquín dejaron el marcador en 25-19 a la finalización del primer cuarto.
El segundo cuarto tuvo de todo. Empezó con el Barcelona amenazando con escaparse en el marcador. De hecho, los culés legaron a ponerse 12 puntos arriba (45-33), sin embargo, el trabajo bajo los tableros deFelipe Reyes y Bourousis le permitió encontrar un bote salvavidas para agarrarse a un partido que por momentos parecía roto. Ese parcial de 0-8 hizo que, al descanso, los de Laso llegaran vivos (47-42 min.20).
El tercer cuarto del partido empezó de la peor forma posible para el equipo blanco. Pablo Laso, que saltó de la silla de ruedas en la que estaba postrado por su operación en el tendón de Aquiles, acabó siendo expulsado por sus protestas a los árbitros. El entrenador madridista se quejó a voz en grito del diferente criterio arbitral a la hora de señalar las faltas. Esa antideportiva llevó al partido a una diferencia de 12 puntos para los locales (61-49 min.24). Se avecinaba chaparrón, con todo en contra. Al menos, los blancos aguantaron, y se fueron al último periodo perdiendo por ocho puntos (65-57 min.30).
Los árbitros terminaron de matar al equipo de Laso
El último cuarto iba a tener de todo. El Real Madrid lo tenía perdido, lo pudo tener ganado, los árbitros vistiéndose de azulgrana cuando la pelota más quemaba a los locales. De todo. Con Pablo Laso viendo el partido fuera de la pista, el equipo blanco iba por impulsos, a lo que pudiera hacer el talento del equipo, ya que el físico era evidente que había dejado de existir. A pesar de todo, el Real Madrid no se rindió. Siguió peleando y llegó igualado al último minuto del choque (76-76 min.39). Eso sí, los árbitros también se dejaron ver, y siempre en el mismo sentido, señalando dos antideportivas a Carroll y Mirotic. Sólo las vieron ellos, pero fue suficiente para que el Barcelona arañara unos puntos necesarios que, a la poste, fueron decisivos.
El final del encuentro fue un cara o cruz. Cualquiera pudo llevarse el partido, pero mientras Lampe anotaba un triple desde la esquina, ni Sergio Llull primero, ni Sergio Rodríguez después, eran capaces de hacerlo para un Real Madrid que murió en la orilla. Casta y corazón todo el del mundo (83-81). Físico, cero. El campeón de la ACB perdió su corona.