Redacción:Noelia Pinto Cervero-Latribunamadridista
Rafael Nadal celebró su cumpleaños número 27 de la mejor manera posible: firmando el billete para su octava presencia en los cuartos de final de Roland Garros. En su mejor partido del torneo (como mínimo, el más cómodo), en la Pista Philippe Chatrier y en dos horas y dos minutos, Nadal apeó sin contemplaciones al japonés Kei Nishikori, que sólo presentó alguna batalla en el primer set: 6-4, 6-1, 6-3.
En la primera manga, y con ventaja de 2-1, Nishikori disfrutó de dos puntos para romper el servicio de Nadal. Ahí apareció la competitividad de Nadal, que salió del apuro con su único saque directo del partido. De vuelta y en el siguiente juego, ya con 2-2, Rafa quebró el turno de saque de Nishikori. Ahí se abrió una brecha que en muy poco tiempo se iba a convertir en abismo: en todo el encuentro, Nishikori ya sólo iba a gestionar sólo otros dos puntos de ‘break’ a favor.
Nadal remató el primer set con 6-4 en sólo 45 minutos. Con confianza, ritmo y vatios de potencia, ganando puntos incluso con el revés, Rafa fracturó por segunda vez el servicio de Kei para pasar a mandar por 2-1 en el segundo set. Ahí se abrió un parcial matador de 6-0 que transportó a Nadal hasta el 1-0 del tercer set y dejó el partido fuera del alcance de Nishikori.
El japonés era como un peso medio obligado a resistir las embestidas de un peso pesado. Los tiros supeliftados de Nadal, que convirtió cinco puntos de ‘break’ de los ocho que negoció hacían brincar al nipón y estampaban a Kei contra las vallas de la amplia Chatrier: el calibre de los golpes de Nadal es abrumadoramente superior al de Kei Nishikori, que incurrió en 32 errores no forzados. Rafa concretó el 69% de primeros servicios, con los que ganó el 72% de puntos jugados. Más interesante aún, la velocidad media del servicio de Nadal subió hasta 176 km/h, su punto más alto en este torneo. En cuartos de final, el miércoles, Rafa se enfrentará en cuartos de final a Wawrinka, que libró una batalla ante Gasquet sobre la tierra de la Suzanne Lenglen. Nada menos que 4 horas y 16 minutos resueltos con triunfo apoteósico del suizo: 6-7, 4-6, 6-4, 7-5 y 8-6. Nadal no ha perdido nunca con Wawrinka.
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