Redacción: Latribunamadridista.com./diario ABC.com.
El tenista español, Rafa Nadal no ha podido disimular su alegría al volver a coronarse como número uno del mundo después de diez meses en el dique seco por culpa de sus rodillas pero que tras su reaparición a principios de este 2013, el balear ha firmado un año casi perfecto donde ha ido conquistando torneos y escalando posiciones en el circuito ATP hasta llegar a ser número uno tras meter en la final de este ATP de Pekín, una final donde tendrá como rival al ya ex número uno, el serbio Novak Djokovic.
«Es especial volver a la posición más alta del ranking después de haber pasado tanto tiempo sin jugar, pero ha sido triste conseguirlo por la retirada de Tomas [Berdych] y espero que se recupere para el torneo de Shanghái», explicó Rafa Nadal tras el partido. Satisfecho «no por ser el número uno sino por todo lo que he hecho para conseguirlo. Eso es lo que me hace más feliz», se mostró «fresco mentalmente y muy competitivo» y confió en poder retener el puesto hasta final de año. Para la final de mañana, confesó a los medios españoles que prefería al francés Gasquet porque «Djokovic es un rival que te lleva al límite y es capaz de ganar los torneos que quedan hasta final de año y retomar el número uno».
El balear aseguró que volver a ser número 1 es «como un regalo»: «Después de un gran año, uno de los mejores de mi carrera, sin ninguna duda». Sin embargo, también añadió que solo es un número: «No me siento mejor jugador ahora que hace cinco horas. Esa es la verdad y no me iré a dormir esta noche sintiendo que soy el mejor jugador del mundo».
Reconoció que había sido un año muy duro, pero que todo valió la pena para llegar hasta este momento: «Me sentía impaciente por entrar a la pista, con emociones al volver a jugar en grandes estadios, y probablemente muy fresco mentalmente. He trabajado duro cada día con la actitud correcta y por eso estoy ahora en esta situación». Pero concedió que todavía queda mucha temporada y mucho por hacer: «Soy número uno hoy pero no tengo asegurado acabar así al final de 2013. Si soy capaz de acabar al final de año como número uno será una sensación muy especial. Pero para eso necesito ganar más partidos, si quiero lograrlo», añadió.
En Pekín, cinco años después de coronarse por primera vez como número uno del tenis mundial tras ganar el oro en los Juegos Olímpicos, vuelve de nuevo a la cima, aunque en una ciudad mucho más contaminada y con unos niveles de polución peligrosos para la salud. «No he notado la contaminación. Hace unos días llovió y las condiciones mejoraron. Ayer y hoy ha habido más polución, pero yo no lo noto cuando respiro», señaló Nadal al término de una semifinal que prometía emociones fuertes y se quedó en un peloteo de calentamiento.
Aunque Berdych perdió su primer servicio, le rompió luego el saque a Nadal y empezó el partido con fuerza. Pero todas las expectativas se derrumbaron cuando el tenista checo se dolió de la espalda y requirió la asistencia del fisioterapeuta. Tras ser atendido durante unos minutos en el vestuario, intentó continuar el partido, pero enseguida se dio cuenta de que no podía ir a por las bolas y decidió retirarse.
«Ha sido un problema en la espalda. Apenas puedo mantenerme en pie ni andar porque me duele mucho», explicó Berdych. Según relató, «al principio me sentía bien, pero en un punto, a la hora de devolver un revés cortado, me di cuenta de que algo iba mal y no podía seguir». Decepcionado con su retirada porque «siempre es un placer jugar contra Nadal, Djokovic y Federer», el tenista checo mostró su respeto por el manacorense porque «es increíble cómo en poco tiempo ha conseguido el número uno después de su regreso y se merece todo el crédito».
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