Redacción:Noelia Pinto Cervero-Latribunamadridista
Se esperaba con cierto morbo el reencuentro de Mourinho con los que hasta hace escasos meses eran sus pupilos. Y quedó demostrado que en el vestuario blanco no guardan buen recuerdo de su extécnico. Un aficionado estadounidense mostró el sentir de la mayor parte de la plantilla con una pancarta: «No Mourinho, No problem».
De hecho, antes del encuentro Modric (en el túnel) y Varane (en el vestuario) fueron los únicos jugadores que le saludaron. Eso sí, el técnico portugués se besó y abrazó con Ancelotti. Posteriormente, el técnico madridista desveló lo que habían hablado: «Yo le dije que era feliz en Madrid y él me dijo que era feliz en Londres». Tendría que ser al final del partido, cuando se vieron más saludos entre Mourinho y algunos jugadores del Madrid. En este caso, fueron Xabi Alonso y Coentrao quienes se acercaron al técnico, mientras Cristiano recibía el premio como mejor jugador del torneo (MVP). Mourinho se fue a los vestuarios y renunció a ver a Casillas levantar la Copa de campeón de la International Champions Cup.
Las ganas que le tenían los jugadores blancos a Mou quedaron plasmadas en los dos primeros goles madridistas. Cuando Marcelo marcó, se dirigió al banquillo del Chelsea al grito de: «¡Toma!». Posteriormente, el lateral explicó que esa acción no fue dedicada a Mourinho sino a Di María.
Minutos más tarde, le tocó el turno a Cristiano. Tras marcar un Tomahawk por la escuadra, el crack hizo un gesto señalándose el pecho. Una reivindicación en la semana en la que Mourinho le menospreció diciendo que el Ronaldo «verdadero» es «el brasileño». El portugués reculó posteriormente en conferencia de Prensa: «No sé lo que dijo Ronaldo, no es mi problema. No es mi película. Dije lo del verdadero Ronaldo porque fue el primero. Si me preguntas quién es el verdadero Müller, si Thomas Müller y Gerd Müller, te digo éste último. Para mí es el primero porque es el más antiguo. Es una película que ha montado el Madrid, que viene de la ciudad del cine (Los Ángeles)».
Previo al partido. Durante el calentamiento se vieron varias muestras de afecto entre miembros del cuerpo técnico del Chelsea e integrantes del Madrid. El hielo lo rompió José Morais, responsable del scouting en el staff de Mou, fundiéndose en un abrazo con Paul Clement, segundo entrenador del Real Madrid. Acto seguido, fue Marcelo el que se acercó al asistente de Mou para abrazarse a él. Y ya concluido el calentamiento, Silvino Louro saludó a su homónimo, Villiam Vecchi, y Rui Faria, preparador físico del portugués, hizo lo propio con el guardameta Jesús Fernández.
Los que tomaron partido fueron los aficionados del Sun Life Stadium. Mourinho se llevó un tremendo abucheo que duró unos segundos cuando se anunció su nombre por megafonía. La reacción del público se repitió cada vez que el técnico portugués recogía algún balón que salía por su zona técnica.
Pero Mourinho no sólo pareció tener cuentas pendientes con sus exjugadores. En los prolegómenos del encuentro se negó a posar para la Prensa gráfica y se puso de espaldas mientras los fotógrafos trataban de recoger su imagen en el banquillo del Chelsea. A la conclusión del partido, también se negó a responder en castellano a las preguntas de los medios españoles alegando que trabaja en un club inglés. Curiosamente, durante su etapa en el Madrid nunca tuvo reparo en responder en inglés, italiano, portugués o francés a preguntas de los medios extranjeros.
Antes del partido, tiró un dardo al club en ESPN: «El Madrid es política. No es fútbol, no es deporte, es muchas cosas alrededor». Sin embargo, tras caer 3-1, apareció ante los medios con otro talante.
«No es ningún drama perder contra el Madrid. Yo doy todo por el Chelsea y deseo lo mejor para el Real Madrid. Tengo mucha gente que aprecio allí, empezando por el presidente y hasta el más sencillo empleado. No tengo problemas en decir que espero que ganen la Liga, no estoy allí más, pero que vayan en la dirección correcta es bueno…».