Redacción: Rubén López / Latribunamadridista.com
Imagen: DAZN
El Real Madrid juega en el alambre como nadie. Ya lo hizo el año pasado en varias ocasiones en Liga contra el Elche con aquel cabezazo de Militao para salvar un punto en el Bernabéu o aquella remontada ante el Sevilla en el Pizjuán para finiquitar LaLiga. Por no hablar del camino de la 14 con todos los momentos inolvidables con la magia de Modric, los hat-tricks de Benzema, el hombre tocado por una varita en Europa como es Rodrygo, artífice de las remontadas ante el Chelsea y City, y las cabalgadas de Vinicius con su talento innato.
Ayer lo volvió a hacer ante el Espanyol en Cornellá. Cuando peor lo estaba pasando los pupilos de Ancelotti apareció el capitán de la nave madridista, Karim Benzema, con un doblete para solventar un partido que olía a empate.
El choque comenzó con un Real Madrid en modo ciclón ante un Espanyol que solamente miraba a su equipo rival como dominaba el balón de lado a lado, siendo incapaz de robar el esférico. Tchouameni, Kroos y Modric manejaron el partido durante los primeros 45 minutos a su antojo.
El galo fue el que más sobresalió con y sin balón. Aurelien estaba en todas las partes de la sala de máquinas, apareciendo por cualquier lugar, facilitando la salida de balón desde atrás o incrustándose en zonas adelantadas en el carril interior para generar problemas en la zaga “perica”, además de estar muy fino con el balón con pases precisos para romper las líneas de presión rival.
El primer tanto del Real Madrid lo firmó Vinicius en el minuto 11. Medio gol fue de Tchouameni que, tras asociarse con Valverde, filtró un pase magnífico para el carioca que no perdonó ante la salida de Lecomte.
El tanto del equipo de Ancelotti reflejaba lo que se estaba viendo sobre el verde, una superioridad abrumadora del cuadro blanco. El Real Madrid buscaba el segundo tanto con insistencia antes del descanso para evitar sustos, sobre todo, por medio de Vinicius que no estuvo certero a la hora de definir.
El 0-2 estaba más cerca que el 1-1 por las sensaciones de ambos equipos. No obstante, en el minuto 41 Leandro Cabrera avisó con un buen testarazo a la salida de un saque de esquina, tras un despiste de la zaga madridista en la marca. El Espanyol se había sacudido un poco el sometimiento del Real Madrid de los primeros 35-40 minutos para acercarse con peligro sobre la meta de Courtois para obtener el premio del empate de manera injusta por lo visto sobre el verde. Joselu tuvo suerte al aprovechar un balón suelto dentro del área para fusilar a un Courtois totalmente vendido para poner las tablas justo antes del descanso.
La segunda mitad comenzó mucho más equilibrada con un Espanyol más incisivo, presionando arriba, generando peligro y compitiendo de tú a tú contra el actual campeón de Europa. El partido se estaba poniendo farragoso y en este tipo de partidos los Kroos y Modric no pueden lucir tanto su calidad con el balón. Por ello, Carletto decidió sustituir a Modric y Valverde por Camavinga y Rodrygo con el objetivo de aportar físico y verticalidad al equipo.
Nada más efectuarse el doble cambio, el Espanyol pudo dar la vuelta al luminoso por medio de Joselu que, nuevamente, cazó un balón suelto dentro del área para rematar entre una melé de jugadores, pero su disparo fue desviado por Courtois con una magnífica parada de reflejos.
El choque se convirtió en un ida y vuelta constante con ocasiones para ambos bandos. En este tipo de escenarios sobresalió Camavinga que exhibió su poderosa zancada, junto a Rodrygo y Vinicius que demostraron su calidad en la conducción, pero no estuvieron acertados a la hora de la definición ni del último pase.
A falta de 10 minutos para el final Carlo Ancelotti buscó piernas frescas y claridad en el tramo final con la entrada de Ceballos por Kroos. El partido se acercaba al final con el resultado de 1-1 y todo apuntaba a reparto de puntos. No obstante, con el Real Madrid no hay nada seguro como ha demostrado una y tantas veces, siendo capaz de dar la vuelta a resultados inverosímiles cuando nadie cree que es posible.
Y sucedió de nuevo por enésima vez. Apareció Rodrygo en el minuto 87 por banda izquierda en el vértice del área para colgar un balón milimétrico para Benzema que puso el interior de la bota para superar a Lecomte. Pero todavía había tiempo para más. En el descuento, un balón suelto tras una mala salida del portero “perico, provocó que Ceballos se llevara el balón suelto con todo de cara para sentenciar el choque, pero Lecomte derribó al utrerano con una patada, provocando su expulsión. En su lugar, se puso el central Cabrera, debido a que el Espanyol ya había efectuado todos sus cambios. En el lanzamiento de libre directo Benzema no perdonó con un sutil disparo.
El Real Madrid con su victoria por 1-3 suma 9/9 puntos en LaLiga para ponerse líder empatado con el Betis al frente de la tabla liguera. Los de Ancelotti cuajaron una muy buena primera mitad, pero una mejorable segunda parte, donde el choque pudo caer para cualquier de los dos. No obstante, el partido cayó de lado madridista porque en estos escenarios el equipo blanco se desenvuelve como pez en el agua.