Redacción: Jorge Gómez-Manzanilla-Abel Alaminos-Pedro Cánovas/LaNocheDelDeporteEspañolTV-deporteolimpico.net-blogolimpico.com/ Imágenes: RTVE/Letrame Editorial
El remo nos daría muchas alegrías en Río y el 18 de agosto nos dejaba el tercer metal dorado en las olimpiadas tras el Oro de Maialen Chourraut en Slalom K-1, 1000 metros en aguas bravas y el Oro de Marcus Waltz en K-1, 1000 metros en aguas tranquilas, un Oro logrado por la pareja española, Saúl Craviotto y Cristian Toro en K-2 200 metros en aguas tranquilas firmando una excepcional final con un tiempo de 32,075 al igual que realizaron una magnifica primera serie previa donde tras ser primeros logrando el billete a la final de manera directa y sin pasar por semifinales.
El dúo español hizo una buena salida situándose en tercera posición en los primeros metros. Poco a poco remontaron posiciones para entrar de manera muy clara en el primer puesto por delante de los británicos Heath y Schofield que se llevaron la plata con un tiempo de 32.368 y los lituanos Lankas y Ramanauskas que fueron bronce parando el crono en 32.382.
Craviotto que también lograría metalla en K-1 200 se convertía tras David Cal en el palista español más laureado de todos los tiempos logrando aquel 18 de agosto, su segunda medalla de Oro olímpica tras el oro logrado en Pekín 2008 en K-2 500 metros y la plata lograda en K-1 200 metros en Londres 2012 mientras que Toro se estrenaba en el cajón de los metales de la mejor manera posible, con una medalla de Oro, la quinta dorada que lograba España en Río de Janeiro 2016.
Muy felices y confirmando que en ese momento, se encontraban en una nube tanto Saúl como Cristian no paraban de sonreír en el pódium de campeones demostrando que eran los mejores palistas del mundo.
“Me sabe a gloria, es a lo máximo que se puede aspirar, estoy muy orgulloso de mi compañero, que no me ha fallado nunca, del trabajo de los últimos meses, de mi familia… estoy en una nube y muy, muy feliz”, afirmaba Saúl Craviotto.
“Independientemente del resultado que hubiéramos tenido, el hecho de estar en el mismo barco que Saúl Craviotto, el mejor kayakista que ha dado este país, ya era un sueño para mí. Conseguir una medalla es un sueño pero todavía no lo asimilo”, confesaba Toro deshaciéndose en elogios hacia su compañero Craviotto.