MEDALLA 134: MIREIA BELMONTE, BRONCE EN 400 ESTILOS, ABRE COMO EN LONDRES 2012, EL CAMINO DE LOS METALES

Redacción: Jorge Gómez-Manzanilla-Abel Alaminos-Pedro Cánovas/ LaNocheDelDeporteEspañolTV-deporteolimpico.net-blogolimpico.com/ Imágenes: RTVE. es

Al igual que ocurrió en Londres 2012, la primera medalla olímpica llegó de la piscina, en concreto, de la natación y de nuestra gran campeona, Mireia Belmonte, la mejor deportista española de todos los tiempos que antes de competir en Río ya sumaba dos preseas, dos platas en 200 mariposa y 800 libres.

En esta ocasión, la medalla llegó en los 400 estilos, además, el primer día de competición, un sábado ya domingo de madrugada en España, 7 de agosto de 2016 cuando Mireia se colgaba una medalla de bronce, en una carrera donde fue claramente de menos a más, una carrera de las que hacen afición.

En una carrera dominada por la húngara Hosszú, medalla de oro y récord mundial con un tiempo de 4:26.36, Mireia demostró coraje, pundonor y esperanza hasta el final, una final donde estuvo gran parte de la misma fuera de medallas siendo la estadounidense, Maya Dirado, plata y sobre todo, la canadiense, Emily Overholt, sus rivales por alcanzar el olimpo de los metales.

Tercera tras el primer tramo de mariposa, Belmonte sufrió al llegar el tramo de espalda algo que no impidió a Mireia, en ese momento, quinta, pelear y resistir en la braza hasta llegar al crol momento en que igualó a la canadiense Overholt mientras por delante, Hosszú pulverizaba registros y Dirado se consolidaba como plata.

Empatadas a 50 metros del final, Mireia se disputó la medalla con Overholt, una bonita aunque agónico final donde la nadadora de Badalona tocó pared antes que la canadiense y con un tiempo de 4:32.39 se alzó con la primera medalla de la delegación española en Río 2016 igual que ocurrió en Londres 2012 y en ese momento, su tercera medalla olímpica.

Hosszú fue oro y récord mundial mientras que Dirado fue plata con un tiempo de 4:31.15. Primera medalla para la delegación española y una medalla que tal y como confesó Mireia, exultante de alegría en el pódium de los metales, una medalla que sabía a gloria.