Redacción: Latribunamadridista.com / Imagen cedida por el jugador del Real Madrid, Achraf Hakimi
Antes del debut de España y Portugal en el mundial de Rusia, dos selecciones que se cruzan en su primer partido mundialista en Rusia 2018 y que un mes después, el 15 de julio, esperemos que se crucen en la final, dos caminos distintos que recorrerán los Cristiano, Guedes, pepe, Rui Patricio, Bernando Silva y compañía y los nuestros, Ramos, Isco, Asensio, Lucas Vázquez, Iniesta o De Gea, entre otros, dos caminos que conducen, no a Roma pero si a otro olimpo similar, Moscú y el 15 de julio.
Sin embargo, antes del debut de las dos últimas campeonas de Europa, Portugal en 2016 y España en 2008 y 2012, Irán y Marruecos abren el fuego del grupo B, dos selecciones que aunque están llamadas a ser las comparsas de los ibéricos, la realidad será bien distinta especialmente, en el caso de Marruecos, último rival de España, el lunes 25 de junio, una selección con poderío físico donde la clase del jugador del Leganés, Amrabat unido al talento de Belhanda y Boussoufa y sobre todo, al 9 de este equipo, Boutaib que sigue un esquema diferente al resto, una selección ordenada atrás que espera arriba, en una isla, los goles del mencionado Boutaib, permiten ocultar debilidades defensivas especialmente en los laterales donde Achraf, en el lateral diestro, ha reforzado agujeros anteriores ya que por las bandas, los Marruecos sufren y mucho algo que podremos utilizar con Asensio y Lucas Vázquez, el próximo día 25 de junio.
A pesar de todo, en el banquillo marroquí, el veterano Renard es toda una amenaza para los rivales, campeón de África con Zambia y Costa de Marfil y que ha llevado al mundial a Marruecos no perdiendo durante 18 partidos, los mismos que su rival de hoy, Irán y su colega en el banquillo iraní, el portugués Queiroz, es el mejor aval de ambas selecciones.
En el caso de Irán, la fortaleza defensiva también es su mejor arma unida a la rapidez al contragolpe del 9 del equipo, Azmoun, la gran esperanza de una Irán que en Asia se ha codeado con los dos gigantes del continente, Corea Del Sur y Japón, en los últimos años, un merito conseguido por el creador de esta selección, el luso Queiroz que vivirá sus últimos encuentros al frente de irán en dicho mundial de Rusia 2018 algo similar a lo que hubiera vivido Lopetegui con España si el inepto de Luis Rubiales, se lo hubiese permitido.
Un empate de ambos conjuntos facilitaría, aún más, la clasificación para Octavos de Final para España y Portugal, las dos clarísimas favoritas del grupo.
