La crónica: EFE
No era una batalla, sino la guerra entera la que se libró en el circuito Ricardo Tormo de Valencia. El título de campeón del mundo, en juego, un líder que no sentía la presión y un aspirante que se dejó todo para fabricarse un milagro. Pero MotoGP ya ha elegido a su campeón, es Marc Márquez, que terminó en la tercera posición por detrás de Lorenzo, el rey destronado, y Pedrosa.
Márquez, Lorenzo y Pedrosa volvían a copar la primera línea de salida y, como en todos los grandes premios de la temporada, era el de Yamaha el que salía más fuerte que las Honda. El debutante rectificó en la primera curva y se posicionó tercero por detrás de los veteranos. Comenzó entonces la guerra entre Lorenzo y Pedrosa. El primero, consciente de que ganar no le valía de nada, trazó la estrategia de circular lento para formar un grupo que pudiera molestar a Márquez. Se plasmó su teoría en un tiempo de 1.32.8 de la primera vuelta y en que Valentino Rossi y Álvaro Bautista se pegaron a los tres de delante.
Pero no contó Lorenzo con la rabia de Pedrosa, eliminado de la batalla por el título antes de tiempo. El de Honda forzó la máquina al máximo para importunar a Lorenzo, con quien mantuvo un pique constante, lleno de adelantamientos que no estuvieron exentos de riesgos pues se llegaron a rozar en más de una ocasión. Así la carrera, Márquez mantuvo la cabeza fría y decidió no entrar en el juego, no le favorecía y fue un espectador de lujo de un duelo que le daba el título.
Lorenzo defendía con todo su primera posición, no había margen de error y no quería ceder ni un milímetro para que el grupo pudiera ocasionar algún despiste en el de Cervera. Hubo despiste, pero no del de Honda, sino del de Yamaha, que se fue de frenada, apartó a Pedrosa de la carretera y dejó un hueco enorme para que Márquez, el campeón más listo, se metiera en cabeza de carrera para alivio de Emilio Alzamora y todo su equipo. Sin meterse en ninguna batalla se encontró con la primera plaza y apenas se inmutó cuando Lorenzo le superó tres vueltas más tarde. No era su problema, la segunda plaza era mejor de lo que había soñado este fin de semana, el más importante de su vida.
Con la carrera en calma, a Jorge Lorenzo le dijeron que frenara, que volviera a formar el grupo, pero no fue capaz porque Márquez gestionó bien la victoria, no la de Valencia, sino la suya, la del campeón del mundo. Incluso dejó que su compañero le pasara y ya no hubo más que contar. El piloto de Yamaha logró la victoria en Cheste, pero el de Honda, el 93, logra la corona del mundo.
Las reacciones
«Ha sido un inicio de carrera un tanto extraño, tenía que ralentizar la carrera. He tenido un fallo y casi echo a Dani al suelo, por lo que le he pedido disculpas. No ha podido ser, pero no ha sido por no intentarlo. Ocho victorias. Ha sido una temporada para enmarcar, pero tenemos que felicitar a Marc», confesaba un abatido Lorenzo, que se abrazó a Márquez.
«Ha sido la carrera más larga del año. Estaba muy nervioso, os he dicho que no, pero sí, lo estaba. No sabía qué hacer al principio, pero estoy muy contento. Y le agradezco a todos, aficionados, equipo y todo. El título quizá ha llegado demasiado pronto porque no nos lo esperábamos, pero vamos a disfrutarlo. Mamá, gracias por parirme», comentaba el protagonista del final feliz en declaraciones a Telecinco.
«Marc ha hecho una temporada increíble, y ha hecho historia. Marc es Marc», decía un emocionadísimo Emilio Alzamora, tensionado durante toda la semana, igual que Juliá Márquez, el padre de la criatura y que tantos dedos ha cruzado en esta temporada histórica para toda la familia. «Estoy orgulloso de mi hermano», decía también otro miembro del clan, Álex.