Redacción:Noelia Pinto Cervero-Latribunamadridista
El brasileño, ausente en la final de Copa ante el Barça por lesión, se reivindicó en la finalísima de Champions tras entrar como revulsivo, revolucionar el encuentro y sellar la victoria con su gol que supuso el 3-1.
A nadie le gusta ser suplente y menos si la ocasión se da en una final de Champions League, que además puede suponer la décima copa para el club que lo ha perseguido durante 12 años. De hecho,Ancelotti admitió en rueda de prensa que Marcelo «no estaba contento por no jugar de inicio».
Sin embargo, hay maneras de ser protagonistas en un guión y otras más épicas. Al igual que su equipo, que la Décima tuvo un sabor más especial por la remontada,Marcelo se coronó como el gran héroe junto a Iscopara mejorar el juego del equipo, atascado en la primera parte.
Hasta la temporada pasada, Marcelo era el dueño de la banda izquierda del Real Madrid, pero sus constantes lesiones y un oficioso Coentrao provocaron que su presencia en el banquillo no fuera algo tan extraordinario. Mourinho comenzó a preferir al portugués en las grandes citas y Ancelotti también en las semifinales ante el Bayern.
Pero ante los rojiblancos volvió a sentirse importante tras ser pieza clave en Lisboa.Con un Cristiano tocado, Marcelo era quien creaba peligropor la banda por medio de sus internadas. Para poner la guinda al pastel, el ex del Fluminense, ante un Atlético hundido físicamente, certificó la victoria marcando probablemente su gol más valioso con la elástica blanca tras meterse hasta el fondo de la cocina y batir a Courtois de un zurdazo.