REDACCIÓN: AMELIA DIOSDADO – BERNABÉU MINUTO 90
Hoy me ha dicho un amigo que el viernes no puede salir porque tiene un juicio en Granada.
Hace no mucho tiempo, Granada era el Reino de Granada y estaba gobernado por el sultán Muley Hacén, padre del “famoso” Boabdil.
Un soleado día en la Alambra llevaron ante Muley a una joven capturada. Era cristiana y noble pero el sultán no pudo evitar enamorarse perdidamente de ella. La joven se “convirtió” al Islam y el sultán la convirtió en una de sus esposas: la favorita.
No se daba cuenta Muley que una esposa celosa es tener al enemigo en casa, y que la sultana Aixa rabiaba de celos.
Otro día cualquiera en Granada, el sultán hizo reunir en el Patio de los Leones a los principales miembros del clan de los Abencerrajes. Y allí mismo los mandó matar. El agua de la fuente se tornó roja y dicen que todavía hoy se aprecian las manchas rojas en la piedra.
No se daba cuenta el sultán de que de los muertos nacen vengadores.
Así fue como, Boabdil con 23 años le arrebató el trono a su padre: instigado por su propia madre, y aliado con los amigos de aquellos a quienes mandó matar su padre el sultán.
Pero el poder es efímero y en 1492, los Reyes Católicos entran en Granada y en la Capitulación de Granada se establece que Boabdil debe abandonar la ciudad estableciendo su residencia en las Alpujarras.
Según la leyenda, Boabdil se detuvo en un monte camino de su exilio, y mirando Granada lloró. Pero entonces escucho la voz de su madre que le decía: “llora como mujer lo que no supiste defender como hombre”.
“Los chicos no lloran”, decía Miguel Bosé. Por ese motivo cuando alguno lo hace seguro que es por algo importante.
¿Qué tienen que ver las lágrimas con el fútbol?: muchísimo.
Las lágrimas siempre acompañarán a las emociones y no hay nada que despierte tantas emociones como el deporte, en especial el fútbol.
Hoy Osasuna 0-2 Real Madrid, y lloraba Morata: le habían lesionado en la primera oportunidad de jugar que le daba el entrenador en mucho tiempo. Eran lágrimas de impotencia y rabia.
Ayer lloraba Cristiano: por fin el mundo reconocía que ha conseguido ser el mejor de TODOS: eran lágrimas de tensión y emoción.
Los chicos si lloran: cuando es algo importante.
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LA FELICITACIÓN es para mi sobrina Amelia, que cumple mañana 8 años: ¡felicidades ratona!
EL AGRADECIMIENTO es para Morata por permanecer en el campo.
VIAJE recomendado: visitar el monte granadino Suspiro del moro y el patio de los leones.
LIBRO: El manuscrito carmesí. Premio Planeta 1990. Autobiografía ficticia de Boabdil basada en un supuesto manuscrito escrito por él mismo. Yo estoy pendiente de leerlo.
