Redacción:Noelia Pinto Cervero-Latribunamadridista
En el Real Madrid reina cierta sensación de desconcierto. Toda la euforia de Múnich se ha esfumado en ocho días. También la sensación de aquel equipo pletórico que arrolló al Bayern en su propia casa. Los acontecimientos que han ocurrido después han dejado la sensación de que aquella gesta pasó hace tiempo. Pero fue hace poco más de una semana cuando el Madrid acaparaba portadas, elogios y viajaba rumbo al triplete.
Un inesperado empate ante el Valencia tras los pinchazos de sus rivales por el título de Liga y otro doloroso traspié en Valladolid han borrado de un plumazo el estado de bienestar que reinaba en el club blanco tras ganar la Copa y clasificarse para la final de la Champions.
Pero el objetivo es superar cuanto antes el varapalo liguero y recuperar el espíritu de Múnich. Y eso fue lo que hizo precisamente Florentino Pérez nada más terminar el partido en Valladolid. Bajó al vestuario y se mostró cariñoso con los jugadores. Todavía queda en juego lo más importante de la temporada y no hay tiempo que perder. El club constata la relajación que ha habido tras el triunfo de Múnich, pero también se pone en la piel de los jugadores y reconoce que son muchos partidos, todos de mucha tensión y máxima dificultad.
En el club están convencidos de que la final ante el Atlético será otra historia, pero no ocultan la necesidad de recuperar la normalidad. «Quedan 15 días para el partido y hay que volver a enchufarse», comentan en el Madrid. Por eso, ahora todos los esfuerzos se van a centrar en motivar a los jugadores, en que recuperen la confianza.
Mirando a la final
Además, el nuevo panorama hace que en el club prefieran que Ancelotti se centre ya en la final de la Champions. No es una cuestión de tirar la Liga, pero sí de dar total prioridad a la cita de Lisboa. Ante el Valladolid no solo se perdió el tren de la Liga, sino que hubo varios sustos en forma de lesiones que en el futuro se quieren evitar.
En el club creen que Ancelotti debería pasar revista a la plantilla y ajustar la preparación a la final de la Champions. Por ejemplo, tener especial cuidado con jugadores como Ramos, Modric y Benzema. Tal y como está la enfermería, son futbolistas a los que consideran que hay que mimar especialmente porque cualquier contratiempo con ellos no haría más que complicar más las cosas. La idea, por tanto, es clara: «Lisboa, Lisboa y Lisboa», dicen tajantes.
El Madrid se juega mucho en la Champions y tienen la oportunidad, tras lo ocurrido en las dos últimas jornadas, de preparar bien el partido, de poner a punto a los jugadores tocados y de cuidar a los que están sanos. En definitiva, de tomar aire, corregir los errores cometidos y olvidarse del intenso calendario que ha consumido al equipo.
Lo que sí tienen claro en el club y en el cuerpo técnico es que la recuperación del equipo tiene que llegar desde la normalidad y la tranquilidad. El apoyo institucional al vestuario va a ser total y en él Florentino Pérez tendrá un papel capital, como ya ocurrió con sus visitas a Valdebebas los días antes de la final de Copa y del viaje a Múnich.
Una cosa es la decepción por haber perdido la Liga de una forma inesperada y otra muy distinta olvidarse de que la temporada no se ha acabado y que lo más importante está por llegar. Y ahí Ancelotti jugará un papel muy importante a la hora de organizar las dos semanas más importantes del club en los últimos años para llegar pletóricos a la final de Lisboa.
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