Redacción:Noelia Pinto Cervero-LaTribunaMadridista
Las últimas Ligas inscritas en el palmarés del Real Madrid se han correspondido a la ley de causa y efecto. La causalidad es no perder el Clásico de Liga en el Camp Nou. Y el resultado, cantar el alirón y acabar de fiesta en Cibeles.
Son cuatro los precedentes de esta nueva ley que obliga al equipo de Ancelotti a ganar o, en el peor de los casos, empatar y dejar una buena imagen en Can Barça el próximo domingo. En las temporadas 11-12, 07-08, 06-07 y 02-03, el Madrid no cayó en el Camp Nou y terminó siendo campeón. En la quinta, la 00-01, la del primer partido de Luis Figo en Barcelona con la camiseta blanca, los azulgranas se impusieron 2-0. Fue la excepción que empezó la regla que rige hasta nuestros días.
El Madrid necesita no caer en el Camp Nou por una cuestión clasificatoria. De perder, los de Luis Enrique se irán a cuatro puntos (está en el aire el golaverage, favorable 3-1 a los madridistas tras el partido de la ida). Pero más allá de lo puramente numérico, las sensaciones con las que el Madrid se suba de vuelta al puente aéreo son casi tan importantes.
Se trata de volver a creer en sus posibilidades como equipo después de un partido de máxima exigencia que sirva como reivindicación de unos jugadores y un entrenador que han perdido parte de su crédito en este 2015. Son cuatro los encuentros que les pueden valer como inspiración.
La última victoria liguera en Barcelona valió la Liga
Fue en la temporada 11-12, la segunda de Mourinho en el banquillo blanco. Los azulgranas, en el último curso de Pep Guardiola a los mandos del Barça, habían recortado cuatro puntos la distancia antes de recibir a los madridistas. El Madrid se presentó con 85 y los culés, con 81.
En el escenario más exigente, el cuadro de Mou pegó un puñetazo encima de la mesa para dejar sentenciado el campeonato. Primero marcó Khedira a la salida de un córner; igualó Alexis; y acto seguido, tras un pase medido de Özil hacia Cristiano Ronaldo, el luso batió a Valdés para cerrar la que tres partidos después se convirtió en la liga de los récords del Madrid, el mejor legado de Mou en el Bernabéu.
Baptista convirtió en Blanca Navidad la de 2007
En plena descomposición del Barça de Rijkaard, el Madrid se presentó en el Camp Nou en la jornada 17 con cuatro puntos de renta. Al acabar el partido, los madridistas eran líderes con siete, gracias al solitario gol de Baptista. Era 22 de diciembre. El partido de la segunda vuelta fue el del pasillo.
Un empate que espoleó al Madrid de Fabio Capello
El equipo blanco saltó al césped recién eliminado en octavos de Champions a manos del Bayern y muy lejos del Barça en Liga. El Sevilla era líder (50), seguido por Barcelona (49), Valencia (46) y Madrid (44). A pesar de que los blancos jugaron en superioridad casi todo el partido y Messi empató in extremis (3-3), aquella noche supuso el despertar del Madrid, que con una remontada espectacular acabó ganando la Liga.
Una noche lamentablemente para la historia
Era muy pronto, jornada 11. El Madrid sacó un punto en un Camp Nou histérico, en el que llovieron botellas y una cabeza de cochinillo. Fue la Liga número 28 de los madridistas.