Redacción: Nerea Calvo-Manzano Peña.
Zinedine Zidane tan solo lleva un partido como primer técnico al mando del Real Madrid, y ya ha roto dos pilares importantes que venían azotando al club desde hace largo tiempo: el primero es el de «la maldición» que supuestamente tenían todos los entrenadores en su debut con el equipo blanco (una manita al Deportivo es una buena forma de empezar tu carrera); el segundo: parece que el mejor equipo merengue vuelve a estar en forma, dispuesto a dar juego y hacer disfrutar a todos los aficionados.
Zidane lo tiene claro: una de sus claves es la de grabar los entrenamientos en vídeo, y así después poder analizar al detalle todos los aspectos en los que los jugadores blancos pueden y deben mejorar. El francés ya tiene experiencia en esto: ya lo hacía con el Castilla, y de hecho se ha llevado con él al responsable de grabaciones, para que todo siga como siempre.
Además, el hecho de que los jugadores estén constantemente en la mira de un objetivo sirve para tenerles motivados, activos y enchufados en todas las sesiones de entrenamiento: posteriormente serán juzgados por el míster, y puede ser el primer paso para ganarse la titularidad en los encuentros.