Más allá de ser un Clásico y de lo que representa, el partido de esta noche es una nueva oportunidad para que los madridistas sigan escalando posiciones a falta de ocho jornadas. En las dos próximas, recibirán a Fenerbahçe y Panathinaikos, equipos que marchan por delante en la clasificación. Esta misma jornada, podrían dar alcance a los griegos en la cuarta plaza, si éstos pierden en su visita al Khimki. Por su parte, el Barcelona, a cinco victorias de los puestos de playoff, no tiene margen de error y una derrota le acercaría a la eliminación.
Los blaugranas vienen de ganarle la Copa al Madrid en un final polémico el pasado domingo, pero el equipo de Laso se ha impuesto en los últimos tres Clásicos de Euroliga de forma contundente. 87-75en el de ida en diciembre, 85-69 en la pasada temporada y el histórico 63-102 en el último precedente en el Palau, que supuso el triunfo más abultado allí.
Dos estilos muy diferentes
El Madrid deberá imponer su juego alegre ante un rival que se basa en gran medida en su fortaleza física. Heurtel atraviesa un gran momento de forma y es el líder del equipo, mientras que Ribas, Sanders o Tomic han crecido con la llegada de Pesic. Los blancos cuentan con el mejor jugador de la Euroliga, un Luka Doncic que es además el jugador más determinante a domicilio, donde aumenta sus prestaciones hasta los 19,8 puntos y 25,4 de valoración. Por dentro, la figura de Tavares será necesaria para contrarrestar a Tomic, y el capitán, Felipe Reyes, podría seguir haciendo historia: 15 puntos le separan de convertirse en el tercer máximo anotador de todos los tiempos en la Euroliga.