Redacción: Latribunamadridista.com / Imágenes: marca.com
El fútbol femenino sigue su particular » sorpasso» deportivo, una España que año tras año y torneo tras torneo, ya sea continental o mundial demuestra el potencial de nuestro fútbol femenino, cada vez más profesionalizado, cada vez más potente y con mayor nivel y sobre todo, cada vez con mayor frescura juvenil y un enorme futuro cada vez más presente, donde España da la sensación ( ocurrió años atrás con la selección masculina) de que cuando comiencen a ganar a nivel absoluto no van a parar.
De hecho, a sólo unos meses de disputar nuestra selección española absoluta su segundo mundial consecutiva, en FRANCIA 2019, España puede presumir de haber ganado los europeos sub 17 y sub 19, ser subcampeona mundial sub 20 curiosamente en Francia y estar a sólo dos encuentros de ganar su primer mundial sub 17 en esta Copa del Mundo de Uruguay.
De hecho, España es favorita para tocar el cetro continental y por lo tanto, es favorita en una semifinal ante la sorprendente Nueva Zelanda que nunca ha logrado llegar tan lejos en un mundial femenino, algo que no es nada nuevo para España que en la mencionada categoría donde es campeona de Europa sub 17, España ha logrado una Plata en el mundial 2014 y dos Bronces en 2010 y 2016, una España que puede comenzar a ganar a nivel mundial desde la categoría más juvenil, la sub 17, en un mundial que salvo en el empate ante Colombia, España ha sido superior a sus rivales incluida a la vigentes campeonas mundiales, Corea del Norte, selección a la que derrotamos en Cuartos de Final, por penaltis.
A todo ello, se añade la experiencia de un equipo joven pero que ya ha navegado en estas lindes, con expertas jugadoras como la portera, Catalina Coll o los jugadoras Claudia Pina y Eva Navarro, presentes en el mundial sub 20 donde España fue plata ante Japón, curiosamente, la selección y esa misma generación que nos derrotó en la final mundialista sub 17 en 2014.
Con un sólido bloque, muy unido y muy compacto, la seleccionadora nacional, Toña ls, podrá contar con todas sus jugadoras, unas jugadoras que sueñan con ser CAMPEONAS DEL MUNDO.
ANNA LEAT, EL MURO OCEÁNICO
En cuanto a las » kiwis», la selección de Nueva Zelanda puede contar con Anna Leat, el muro de contención de una selección bien armada atrás aunque con poderío en el mediocampo, con Amelia Abbott, espigada y larguirucha aunque también con un buen toque y gran asistente de la goleadora del equipo, Kelli Brown, el clavo ardiente al que se aferra Nueva Zelanda para seguir haciendo historia en un sobresaliente mundial y disputar su primera final de una Copa del Mundo.