Redacción:Noelia Pinto Cervero-Latribunamadridista
La Federación Española (RFEF) hizo una consulta al Gobierno, que no puso impedimento alguno, antes de firmar el bolo en Malabo. España será la primera Selección de Europa en jugar en Guinea Ecuatorial en toda la historia. Amnistía Internacional y la Asociación Pro Derechos Humanos pidieron ante la FIFA y la propia RFEF que La Roja suspenda el amistoso porque en Guinea se producen “secuestros, torturas y ejecuciones”. “Villar no puede compartir mesa y mantel con Obiang, un dictador que comete crímenes aberrantes y que quiere hacer uso político de los Campeones del Mundo”, se extendió el presidente de la Asociación Pro Derechos Humanos de España, Jacinto Lara.
El ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel García-Margallo, no pudo ser localizado ayer por este periódico por encontrarse de viaje en Estados Unidos. Uno de sus colaboradores, Florentino Llera, remitió al Gabinete de Información Diplomática, cuya portavoz afirmó que “el partido de Malabo no es responsabilidad del Gobierno de España, es de la única competencia de la Federación y ajeno a cualquier gestión del Ministerio de Asuntos Exteriores”. Sin embargo, AS contrastó por dos vías y con fuentes de toda solvencia que la RFEF consultó al Gobierno a través de una secretaría de Estado, que dio vía libre al amistoso. Al tiempo, el lunes estuvo de “visita técnica” en Malabo el Secretario de Estado de Cooperación, Jesús Gracia, que se reunió en la capital ecuatoguineana con varios familiares, y gobernantes, del dictador Teodoro Obiang, entre ellos el ministro Celestino Obiang.
Pasa la bola. Sobre este asunto, la portavoz de Exteriores dijo que “fue un viaje para hablar de educación y sanidad, no de fútbol. España mantiene relaciones diplomáticas con Guinea. El Secretario de Estado ya no está allí y no asistirá al partido del sábado”. Según otras fuentes del Gobierno, también de máximo nivel, “el partido en Malabo es la consecuencia de una cadena de errores. España iba a jugar primero en Gabón, luego en Angola y ha terminado por parar en Guinea como escala antes de aterrizar en Sudáfrica”.
Esta versión choca con la de la propia Federación. “Se quiere hacer política de un asunto deportivo, y lo están consiguiendo. Pero si España juega en Guinea Ecuatorial no es para hacerle el caldo gordo a Obiang, sino para darle una alegría al pueblo guineano y para ayudar económicamente a la Federación de Guinea, que está en la ruina, por eso vamos allí gratis”.
Los altruistas motivos de la Federación no terminan de convencer a algunos partidos políticos y a las organizaciones en defensa de los derechos humanos, que insisten en calificar de ignominioso el bolo en Malabo. “Sólo hay algo casi peor que jugar allí, y es que los campeones se hagan fotos con el dictador”, dijo Jacinto Lara.
Pero puede estar tranquilo. Tal y como publicó ayer este periódico “no habrá fotos ni recepción con Obiang. Nuestro contacto con él se reducirá al momento del partido, si es que asiste al campo”, dijo otro alto dirigente de la Federación Española. La mayoría de los internacionales españoles son miembros de distintas ONGs, especialmente de las dedicadas a los niños. Casillas, Xavi e Iniesta colaboran con UNICEF. Llorente ha viajado a las zonas más desfavorecidas de África y Asia para dar apoyo… y así uno detrás de otro. Sería inexplicable que posaran con un sátrapa. No lo harán.
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