REDACCIÓN: Pablo Jiménez
El deporte español está viviendo un verano con rotundos éxitos en esos deportes, a veces, denostados. La gesta de Mireia Belmonte viene seguida de otra aún más sorprendente. El triunfo de Carolina Marín en el mundial de Badminton celebrado en Copenhague es un hito sin precedentes en la historia del deporte en este país. Nunca antes ningún español se había acercado a los resultados de la jugadora nacida en Huelva. Un deporte dominado de forma absoluta por jugadores asiáticos dónde una española ha ido domando a las sucesivas jugadoras chinas incluyendo a Li, la temible numero uno del mundo y campeona olímpica en Londres.
Una final de infarto, donde Li ganó el primer set (21-17) pero que sucumbió en una igualada segunda manga (17-21), la primera que perdía la china en todo el campeonato. Se llegaba al tercer set. Y ahí, Carolina hizo historia. Conquisto un campeonato que parecía prohibido para jugadoras no asiáticas. Una gesta de alto alcance que debiéramos entender como lo es. Algo que nunca había sucedido antes. Carolina ha demostrado ser una pionera. Ella puede permitir la expansión de un bello deporte que no goza de mucho éxito fuera de Asia. Su oro en Copenhague debería ser referencia en toda España. No ha habido noticia deportiva más sorprendente en los últimos días.
Hace unos meses ya triunfo con otro oro en el Campeonato de Europa. Carolina Marín solo tiene 21 años. Estando a mitad del ciclo olímpico los Juegos de Rio serán su gran reto. Sus posibilidades se abren sin límites. Ya podemos esperar cualquier cosa de una jugadora con tanta garra como ella. Una jugadora sin ningún sponsor, sin muchas ayudas, que dedica su vida a un deporte minoritario con pocos practicantes en España. Su nombre es muy poco conocido en España (a partir de ahora quizás más), en cambio, Carolina es muy famosa en algunos países asiáticos como Indonesia. Un hecho que lo dice todo.
El deporte español tiene una nueva heroína.