La Juventus se crece y ya se ve en Berlín

Redacción:Noelia Pinto Cervero-LaTribunaMadridista

La final ya no es un sueño inalcanzable para la Juve, aunque Allegri se esfuerce en mantener los pies de sus hombres en el suelo: “Necesitaremos una obra maestra en el Bernabéu”. “La Juve tiene identidad”. Esa era la palabra, “identidad”, que más se repetía en las conversaciones escuchadas en los restaurantes de cabecera de los jugadores y la directiva juventinas donde suelen masticar lo sucedido, ya de madrugada, tras los partidos. “Identidad” en contraposición, según ellos, a lo que significa “un equipo hecho a golpe de talonario y con millones”.

En uno de esos restaurantes, el ‘Marechiaro’, AS fue testigo de cómo un grupo de tifosi rodeaba al director deportivo Fabio Paratici (el hombre fuerte de Marotta) cuando intentaba entrar. Le jalearon, le zarandearon. Los aficionados estaban eufóricos: “¡Juve Galattica!”. Le acompañaba Federico Cherubini, su supervisor del equipo Primavera y de los cedidos. Faltaba un tercero, Javier Ribalta, el español que es Director Jefe de Ojeadores, que está en Bulgaria en el Europeo Sub-17. Son la terna (inseparable) que idea las incorporaciones y la planificación deportiva de la Juve. El tridente que trabaja en la sombra. Marotta es quien tiene la última palabra y da la cara ante los medios.

Juntos han levantado en los últimos años a la Juve, que tocó fondo con el escándalo del Calciopoli en 2006 (con Luciano Moggi como epicentro), que le costó el descenso a Segunda y la necesidad de reconstruirse. Conseguir jugadores a coste cero como Pirlo, Evra, Llorente o Pogba, fichar a Tévez y Vidal por nueve y diez millones respectivamente… La entidad, a día de hoy, tiene deuda cero. Ese es el secreto de esta Juve (con una base aún italiana con Buffon, Chiellini, Barzagli, Marchisio… todos internacionales) que, tras ganar tres Scudettos con Conte, ha dado el salto cualitativo definitivo con Allegri: otro Scudetto y, sobre todo, volver a unas semifinales de la Copa de Europa 12 años después (cuando derrotó al Madrid para luego perder la final en los penaltis ante el Milán de Ancelotti en 2003).

As en la manga. “Lección táctica la de Allegri”. Había coincidencia en todos los medios. Primero, por jugar de tú a tú al Madrid y sacar una defensa de cuatro y no de cinco (“es que esa el la identidad ahora de la Juve”, insisten los directivos en Marechiaro). Después, por sacarse un as de la manga, Sturaro, al que repescaron en invierno de su cesión al Génova y quien sólo había jugado tres minutos ante el Mónaco en la Champions. Ahora está por ver si en el Bernabéu Allegri sigue apostando por los cuatro de atrás o mete un tercer central en la vuelta, como hizo en las de Dortmund y Mónaco.

Podrá contar con Pogba, que hoy se incorpora al grupo. Ayer la Juve descansó. A muchos jugadores (Marchisio, Pirlo, Chiellini, Bonucci…) se les vio pasear por el centro de la ciudad. Se mostraron accesibles con los tifosi. “¡Once leones!, escuchaban aún como recuerdo de la gesta vivida el martes. Antes del partido se hablaba de milagro, del espíritu de Nedved (por aquella semifinal de 2003 ante el Madrid). Ahora se habla de “el retorno” de la Vecchia Signora a la cima del fútbol eurpeo: “¡Berlín está cerca!”.

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