Redacción:Noelia Pinto Cervero-Latribunamadridista
El estadio Arena da Baixada, en Curitiba, ya tiene césped. Otra cosa son los accesos al estadio, que siguen manga por hombro. La FIFA decidirá inmediatamente si finalmente otorga un nuevo plazo a la ciudad de Curitiba, que lleva retraso en las obras de su estadio por problemas económicos, lo mismo que ha sucedido en Manaos y Porto Alegre, las otras dos sedes con problemas. Según la última estimación del secretario general de la FIFA, Jerome Valcke, “el estadio estaría listo a finales de abril o principios de mayo”. Es decir, sobre la bocina.
Pero Dilma Rousseff, la presidenta de Brasil, se mensajea con Joseph Blatter, a quien ha asegurado que los estadios, sus infraestructuras y las ciudades, en fin, estarán preparadas a tiempo para el Mundial. El presidente de la FIFA afirmó que la entidad confía en que Brasil concluirá a tiempo todos los estadios para el Mundial 2014 y que la competición será un éxito. “No tenemos ninguna preocupación. El ministro de Deportes brasileño, Aldo Rebelo, garantizó que el estadio de Curitiba estará listo a tiempo”.
En el caso de Curitiba, sede del partido entre España y Australia en la fase de grupos, el sábado se alcanzó un acuerdo de refinanciación. El Gobierno del Estado de Paraná, el Ayuntamiento de Curitiba y el titular del estadio, el Atlético Paranaense, firmaron conjuntamente un acuerdo por el que se comprometen a tenerlo todo a punto a tiempo. Recibirán una inyección económica de sesenta millones de euros, cantidad estimada para cuadrar todos los costes. El pacto se ha enviado a la FIFA con el propósito de que Jerome Valcke lo tenga en cuenta.
Si finalmente la FIFA decide eliminar a Curitiba como ciudad sede del Mundial, algo improbable y que nunca ha sucedido en la historia de la Copa del Mundo, sus partidos irían a parar a Natal, otra de las sedes mundialistas, que en vez de tener cuatro partidos en el Estadio das Dunas durante la primera fase, como estaba previsto, pasaría a tener ocho.
Esto sería un grave contratiempo, sobre todo para España. Natal está al norte de Brasil, casi en el otro extremo de Curitiba, y el cambio sería incómodo para las selecciones que debían jugar en Curitiba, entre ellas La Roja. Los cuatro partidos que se moverían serían Irán-Nigeria, Honduras-Ecuador, Australia-España y Argelia-Rusia.
El otro estadio que genera muchas dudas es el de la Ciudad de Porto Alegre. Valcke tomará una decisión al respecto en las próximas horas. Porto Alegre también podría quedar fuera del Mundial por los costes añadidos que el Internacional, dueño último del estadio, no puede asumir.
Entre otros partidos, el Arena de Porto Alegre deberá recibir el último que disputará Argentina en la fase de grupos, frente a Nigeria el 25 de junio.