Redacción: LaTribunaMadridista.com/ Imágenes: marca.com
El Chelsea londinense es el nuevo campeón de la Liga de Campeones 2020/21, un Chelsea que a pesar de no ser favorito se impuso en la final de Oporto al Manchester City, a priori, el gran favorito a ganar la Orejona, no en vano, porque iba en la parte del cuadro complicado donde estaban Bayern Múnich, vigente campeón de la edición pasada y eliminado en Cuartos de Final por el PSG, vigente subcampeón de la edición pasada, un City que dejó en semifinales al poderoso PSG de Neymar y Mbappé y se metió con vítores de favoritismo en la gran final.
Sin embargo, los citizens defraudaron y Guardiola volvió a fracasar como lo lleva haciendo desde hace una década, en concreto, desde que ganase su segunda y última Champions con el Barcelona en Wembley ante el Manchester United (3-1), su víctima preferida en las finales continentales, un City inferior en la pizarra y en la primera mitad a los Blues de Tuchel que tras ser cesado del PSG ha ganado la Orejona, la segunda del Chelsea, un Chelsea al que le persigue una curiosa estadística en año olímpico y este a causa de la pandemia, de momento, lo es y esperemos que lo sea finalmente y tengamos los 32º Juegos Olímpicos de la era moderna.
Para indagar en una estadística deberemos retroceder a 2008 y 2012, los dos años olímpicos donde el Chelsea jugó la final de la Liga de Campeones, ganando perdiendo la primera ( curiosamente, en un año donde se cesó al entrenador, en ese momento, José Mourinho y Di Matteo fue su entrenador cayendo por penaltis ante el Manchester United de CR7).
Cuatro años después y en el estadio del Bayern y ante el todopoderoso equipo germano, el Chelsea de Fernando Torres y Drogba, entre otros, pudo levantar su primera Orejona, nuevamente por penaltis y nuevamente, en año olímpico.
Este 2021, improvisado año olímpico, el Chelsea de Tuchel, destituido en el PSG ganó la Orejona, su segunda Orejona, un Chelsea cuyos éxitos y fracasados van ligado a los Juegos Olímpicos.
¡ENHORABUENA BLUES!