Los blancos se impusieron al Villarrel mostrando su fiabilidad en el Santiago Bernabéu, metiendo así presión al FC Barcelona y consiguiendo el liderato de la Liga tras la derrota del Atlético frente al Almería. En un partido sin la presencia de Cristiano, Bale, Benzema y Jesé suplieron con garantía al portugués.
El equipo supo presionar en el centro robando balón y a partir de ahí lanzó numerosos ataques que fueron definidos con goles en la portería del Villarreal. El problema para el Villarreal esta vez fue que no llegó a inquietar a Diego López y que el conjunto blanco sacó petróleo de su defensa adelantada.
El equipo de Ancelotti tenía encarrilado el partido, pero se echó atrás y lo fió todo a su defensa, que encabezada por Pepe y Ramos llevaba varios partidos a muy alto nivel, este sábado volvió a estarlo, pero enfrente estaba un equipo que cuando puede mover el balón con velocidad tiene mucho peligro. Esta vez los de Marcelino sí inquietaron a Diego López en varias acciones, y en una de esas Mario colocó un balón en la escuadra del guardameta gallego al filo del descanso y dio esperanzas a su equipo.
En la segunda mitad, el partido se volvió un correcalles, con un Madrid que no supo o no quiso controlar el partido y un ‘Submarino Amarillo al que el intercambio de golpes tampoco le vino mal. En la segunda parte el protagonista no fue Bale, sino el francés y el Canario que volvió a ser determinante. Los últimos 15 minutos, tras el cuarto gol de los de Ancelotti, el Santiago Bernabéu disfrutó viendo a Modric dar un recital de toque, regate y visión de juego. Una noche perfecta en el Bernabéu que nos brinda el liderato provisional.