Redacción:Noelia Pinto Cervero-Latribunamadridista
Jesé es el único jugador del Madrid que no tendrá vacaciones. El canario continúa con el largo proceso de recuperación de su rodilla derecha con el que se pasa prácticamente los días en Valdebebas. Trabaja cinco horas diarias (en ocasiones incluso más) en doble sesión combinando diferentes métodos de entrenamiento en el gimnasio, ya hace bicicleta, y especialmente en la piscina.
Los ejercicios acuáticos le están permitiendo ejercitar la articulación sin necesidad de utilizar la rodillera que actualmente usa para andar y le sujeta esa rodilla que le está haciendo pasar un calvario. Se rompió el ligamento cruzado anterior el pasado 18 de marzo, a los dos minutos de empezar el Real Madrid-Schalke de Champions por una fea entrada de Kolasinac. Fue operado en Augsburgo (Alemania) pero el 4 de abril sufrió un inesperado retroceso por culpa de una infección en la zona intervenida que le obligó a pasar de nuevo por el quirófano y empezar de nuevo en la casilla de salida.
Un proceso trabado que ha retrasado su regreso. Aún queja lejos la fase de tocar balón y se espera que Jesé vuelva a los terrenos de juego como muy pronto en noviembre, por lo que cuando adquiera el tono físico adecuado va a ser en la práctica un fichaje de invierno para Ancelotti.
Para ayudarle en lo anímico, el Madrid le ha permitido varias escapadas a Las Palmas para ver a su familia y amigos, eso sí, siempre con un fisioterapeuta de confianza para mantener el esquema de trabajo. No se trata de vacaciones si no de que el chico mantenga la moral alta. El propio Jesé se está ayudando psicológicamente con su otra pasión, la música, donde está promocionando el single ‘La Ocasión’ de su grupo de reguetón Big Flow.