Redacción: Marina Vargas Tur
El malagueño ha sido de los pocos jugadores que no ha recibido ningún tipo de rechazo o abucheo por parte de la afición blanca. Su actitud y gran responsabilidad, han convertido al centrocampista en un elemento clave del equipo merengue, que merece ser respetado.
Isco es el jugador que a día de hoy guía al equipo, que pasa por una mala racha, y es él el encargado de levantarlo cuando roza el nivel del césped. Tanto es así, que el técnico italiano no podría soportar perder a la figura que lleva el timón del barco blanco, por lo que ha pasado de ser una figura frecuente en el banquillo, a ser una pieza indiscutible en el campo y en el vestuario.