Redacción: Pablo Guirado/latribunamadridista.com imágenes: realmadrid.com
El malagueño, con un rol secundario desde hace un par de temporadas, quiere contar con más minutos y no descarta escuchar ofertas de otros clubes.
Siete años hace de la llegada de un jugador que vino para sustituir a un mediapunta total como era de aquellas Mesut Ozil. La presa no era fácil, pero su juego enamoró a madridistas y amantes del fútbol que veían en él un valor seguro a largo plazo para darles alegrías y éxitos. Con 16 títulos a sus espaldas y 313 partidos vestido de blanco, el 23 no se siente importante en los esquemas de Zidane y puede estar ante sus últimos encuentros como jugador merengue. Con contrato hasta 2022, la cúpula blanca no ve con malos ojos negociar con equipos la marcha del malagueño sacando así algo de dinero por un jugador con gran cartel a pesar de que su rendimiento haya bajado y no cuente con un papel importante como años atrás.