Redacción: Luis Alberto Reyes-La Tribuna Madridista
El 20 de enero de 2013 en Mestalla (0-5), Iker Casillas jugó su último partido liguero con el Real Madrid. Desde entonces, una inoportuna lesión en su mano y una suplencia repetida tanto por Mou como por Ancelotti han relegado al capitán merengue al banco en la competición doméstica.
Aunque no ha podido hacer uno de sus habituales milagros, lo positivo es que Casillas está acumulando rodaje de cara a la gran final de Champions, en donde, debido al pésimo y alarmante momento de forma por el que está atravesando el equipo, los milagros de San Iker serán más necesarios que nunca.