Redacción:Noelia Pinto Cervero-Latribunamadridista
El entrenador del Bayern de Múnich, Pep Guardiola, asegura que su objetivo no es hacer del equipo germano «un nuevo Barça«, ya que tanto sus jugadores como el fútbol alemán son diferentes.
«Este club ha conquistado muchas cosas, por qué debería copiar a otro», aseguró el técnico español en una entrevista publicada hoy por el diario deportivo italiano «La Gazzeta dello Sport».
Guardiola mostró su satisfacción por los buenos resultados cosechados por el Bayern en lo que va de temporada, tanto en la Liga de Campeones como en laBundesliga, donde encabeza grupo y clasificación respectivamente.
«Lo estamos haciendo bien, pero siempre se puede hacer más», dijo el entrenador catalán, cuyo objetivo es «mantener el nivel del año pasado». Para ello, Guardiola se ha adaptado a la forma de juego tanto del Bayern como del fútbol alemán: «Soy un pequeño hombre frente a la historia del Bayern (…) La mentalidad es distinta, el estilo, el ambiente, la cultura, los propios jugadores», afirmó.
Sin embargo, confesó que, en cualquier caso, «aquí también debes ganar o si no te echan» y para ello su secreto es mantener el equipo unido «como una familia». Además añadió que «este grupo juega de manera diferente al precedente (el Barça) porque los intérpretes son diferentes».
No obstante, el técnico catalán guarda la filosofía que le llevó al éxito en el Fútbol Club Barcelonay declara: «Debemos dar espectáculo, agradar a la gente. La clave no es ganar siempre sino el cómo ganas». Con respecto al que en otros tiempos fue su máximo rival, el Real Madrid, Guardiola manifestó que no puede «juzgar en profundidad» pero «Carlo (Ancelotti) es uno de los mejores del mundo y está haciendo un buen trabajo».
El técnico español también animó al Juventus de Antonio Conte, que pasa por un momento delicado en la Liga de Campeones, y aseguró que «los ‘bianconeri’ son fuertes (…) El recuento se puede iniciar en febrero, la jerarquía no ha cambiado, incluidos los italianos». Guardiola también quiso zanjar la polémica surgida hace cinco días a raíz del partido de Bundesliga contra el Maguncia en el que el técnico no permitió al centrocampista Robben lanzar un penalti.
«El sábado contra el Maguncia decidí que debía tirar Müller, la otra noche contra el Viktoria Pilsen prefería que tirara él (Robben), pero le dejó el balón a Ribery. Quizás no estaba convencido. Me gusta dar libertad a mis jugadores, no soy un dictador en el banquillo», aclaró.