Crónica-Redacción:Noelia Pinto Cervero-Estadio Santiago Bernabéu-LaTribunaMadridista
El Real Madrid logró vencer plácidamente a la Real Sociedad 4-1 y cumple con la estadística a pesar de empezar dormido. El equipo merengue acumula en La Liga en casa un racha de seis partidos consecutivos ganando y marcando al menos tres goles en cada partido con un promedio de cuatro tantos. Es más, en las últimas cuatros visitas al Real Madrid en liga, el equipo guipuzcoano ha encajado al menos cuatro goles
El partido parecía cumplir con las expectativas tras lo visto en el primer cuarto de hora de encuentro. Y es que los Real Madrid – Real Sociedad siempre habían sido sinónimos de espectáculo No solo por lo ofrecido en el partido de ida con aquella remontada de 4-2 que supuso una de las tres derrotas del Real Madrid en el campeonato liguero, sino porque en los últimos cuatro antecedentes en un enfrentamiento entre estos dos equipos en el Santiago Bernabeu la media había sido precisamente de seis goles.
Pero nada más lejos de la realidad. Fue lesionarse Carlos Vela y diluirse por completo los de David Moyes que, después de un inicio esperanzador, fue víctima de un Real Madrid muy intenso para conformarse con un empate a uno que solo le llevó a replegar líneas y a no salir de su propio campo. Porque hasta el minuto 20 de partido, con un Esteban Granero que hacía las delicias entre líneas, Sergio Canales, Rubén Pardo, Xabi Prieto, Elustondo y el propio Carlos Vela habían completado con acierto todos sus pases en campo contrario.
Eso hablaba muy a las claras de lo complicada que se le había presentado la tarde al Real Madrid que encajó su segundo gol más rápido (al menos desde 1998) en el Santiago Bernabeu a los 38 segundos cuando el joven Aritz Elustondo se estrenaba a lo grande en Primera División en su primer remate a puerta desde que debutara en la Liga. Segunda asistencia consecutiva en el campeonato de Rubén Pardo y la Real Sociedad que ponía patas arriba Concha Espina. Y más teniendo en cuenta que los blancos venían de encajar otro gol tempranero como el de Ghilas en Córdoba.
Pero la reacción fue fulgurante. Marcelo empezaba a servir al área y en la primera de ellas, James Rodríguez, que actuó en la posición de mediapunta (en la de toda la vida del cafetero) para sorprender entre los centrales y poner en la escuadra su segundo gol de cabeza en liga. En tres minutos, dos goles, los más rápidos en un partido de Liga esta temporada. Solo fue un símbolo de lo que vendría en los próximos minutos. Sergio Canales no llegaría a rematar con fluidez una gran acción y servicio de Esteban Granero en la frontal. Toma y daca con ímpetu donostiarra que vería como Elustondo remataría a las manos de Iker Casillas. El 1-2 se palpaba en el ambiente hasta que Carlos Vela destrozaba los planes a la contra de David Moyes con su lesión. Entraba en su lugar Imanol Agirretxe, con características completamente diferentes.
La siguiente media hora fue completamente diferente. El Real Madrid fue a por el segundo, a principio de forma racheada y después de manera abusiva. Gerónimo Rulli salvaba un mano a mano a Benzema, James Rodríguez buscó un gol calcado justo antes de disparar al “muñeco” tras la salida de un saque de esquina. Y sobre todo Gareth Bale, que sumó cinco remates totales, muchos de ellos producto del egoísmo, para no encontrar su objetivo. Sí que lo hizo Sergio Ramos que se aprovechó de un rechace de Rulli a disparo franco de Karim Benzema tras un nuevo centro al área de Marcelo (otro más). Acto seguido, el Expreso de Cardiff haría gala de su egocentrismo al quitarle a James Rodríguez, quizás en fuera de juego, un remate sin portero tras contra conducida por Karim Benzema. Gareth Bale fallaba lo infallable.
En esta tesitura, David Moyes decidió taparse y sacó del campo al lesionado Sergio Canales para dar entrada a otro defensa como De la Bella. De poco sirvió porque el Real Madrid reanudó la contienda engorilado y, como un ciclón, se fue a por el tercero. Isco avisó con un remate de rosca marca de la casa, pero la sociedad BBC se bastó sin la C para anotar el tercero y encarrilar el choque. Gareth Bale arrancaba, Karim Benzema apoyaba, el galés profundizaba y servía, y el francés marcaba. Nueve goles para el galo, los mismos que el británico.
Y es que si en la primera parte hemos dicho que Gareth Bale no miró a sus compañeros, en la segunda parte fue todo lo contrario. Se vistió de pivote y desde las inmediaciones de la frontal empezó a hilvanar acciones de gol para sus colegas. Así, Karim Benzema protestó un penalti, así Marcelo la tuvo topándose con Rulli, y así Isco pudo profundizar por la izquierda para dejar un balón que Benzema no remató de milagro. Por lo demás, los últimos 25 minutos de partido sobraron, quitando el golazo de Karim Benzema (segundo doblete de la liga para el francés) por la escuadra, fuerte y desde el vértice del área, y otro uno contra uno errado por Gareth Bale que consumó su partido con más remates de La Liga sin anotar, sellando así el 4-1 definitivo para un líder de la liga que, una semana más, seguirá ejerciendo como tal.