Redacción: realmadrid.com.
Minutos después de presenciar desde el palco del Martín Carpena el gran partido realizado por el equipo blanco, Florentino Pérez bajó al vestuario para celebrar la consecución de la Copa del Rey con los grandes protagonistas. «Cualquier título hace mucha ilusión y más después de ver cómo se ha conseguido, a base de pelear. Quiero también reconocer el buen trabajo que ha hecho el Barcelona, pero al final la suerte ha caído de nuestro lado. Lo hemos merecido y hemos ganado porque tenemos un buen equipo», declaró el presidente del Real Madrid, que felicitó uno a uno a los jugadores y se dio un efusivo abrazo con Pablo Laso.
El canastón de Llull a una décima de segundo del final hizo estallar de júbilo una afición que inundaba las gradas del Martín Carpena y presenció una de las finales más espectaculares de los últimos tiempos. Los jugadores se dirigieron al fondo donde estaban situados los más de 1.200 aficionados madridistas que viajaron a Málaga y con los brazos en alto les dedicaron el triunfo. La comunión entre equipo y afición tuvo ahí su gran momento cuando levantaron en el centro de la pista la Copa coincidiendo con el We are the Champions.
Ya en el vestuario y con la presencia de Florentino Pérez, celebraron el título con cánticos y el habitual champán de las grandes ocasiones. Momentos felices para un equipo campeón. Sin tiempo y con la adrenalina por las nubes, salieron del pabellón, donde les estaba esperando el autobús para llevarles al aeropuerto. Allí se produjo otro momento espectacular con la afición madridista, que a pesar de la intensa lluvia, no paró de animar al equipo. Los jugadores respondieron a las muestras de cariño fotografiándose, firmando autógrafos y ofreciéndoles la Copa.
Aterrizaje al grito de «¡Campeones!»
Poco después, los campeones marcharon en dirección al aeropuerto de Málaga, donde cogieron el vuelo de vuelta a Madrid; un viaje que estuvo presidido por los cánticos y las bromas y en el que Reyes, Rudy y el Chacho tomaron las riendas de la celebración, aunque, poco a poco, acabó sumándose todo el equipo. Más fotos con el trofeo y un aterrizaje al grito de «¡Campeones!» pusieron fin a cuatro días de baloncesto en los que el Real Madrid se ha coronado como campeón.