Redacción:Noelia Pinto Cervero-Latribunamadridista
El torneo continental le confirmó como el mejor jugador del mundo.
El dominio del Real Madrid durante los primeros años de la Copa de Europa no sólo sirvió para que el club blanco fuera considerado el mejor del mundo, sino que catapultó la fama de Di Stéfano como la gran estrella del fútbol mundial. Ganó la Copa de Europa en cinco ocasiones consecutivas y sus números son impresionantes: 49 goles en 58 partidos. Además, es el único futbolista que ha marcado en las cinco finales de la Copa de Europa conseguidas.
1955/56: Primer campeón de Europa de la historia
El Real Madrid y Di Stéfano debutaron en Copa de Europa el 8 de septiembre de 1955. Lo hicieron en Ginebra, contra el Servette, y ganaron 0-2. El primer gol de La Saeta en la nueva competición llegó en el partido de vuelta de esa eliminatoria. Fue el 12 de octubre y Alfredo Di Stéfano marcó los dos primeros tantos en el 5-0 del Madrid al equipo suizo.
Esta primera Copa de Europa conoció muchos momentos épicos, como el partido de vuelta de los cuartos de final contra el Partizán sobre la nieve de Belgrado. También fue especial el encuentro de semifinales en San Siro contra el Milan, cuando Di Stéfano arrancó aplausos de los tifosi por su extraordinario partido. Alfredo Di Stéfano jugó aquel partido pese a que en los días anteriores había estado enfermo por una afección en la garganta.
La final de la Primera
En la final esperaba el temible Stade de Reims liderado por Kopa. Los franceses jugaban en casa, en el estadio de los Príncipes de París, y empezaron adelantándose por 2-0. Di Stéfano marcó en el 15’ y con sus ganas arrastró al resto del equipo para remontar y terminar ganando por 4-3. La primera Copa de Europa mostró a todo el continente las virtudes de La Saeta Rubia.
1956/57: Levantó la Copa ante su afición
Raymond Kopa recaló esa temporada en la plantilla blanca con la idea de conseguir el título que el año pasado se le había resistido en el Stade de Reims. El Rapid de Viena fue un duro rival en la primera ronda, y estuvo a punto de eliminarlo de la competición. Un acrobático gol de Di Stéfano en el encuentro de vuelta en Austria sirvió para forzar un tercer partido de desempate.
Otro momento para recordar fue el enfrentamiento con el Manchester United en semifinales. En los Diablos Rojos jugaba Duncan Edwards, que era considerado la mayor promesa del fútbol inglés. En Madrid los blancos fueron muy superiores y Di Stéfano marcó en la victoria por 3-1. La vuelta en Old Trafford estuvo protagonizada por el ruido infernal que llegaba desde las gradas. El Madrid se sobrepuso al ambiente hostil y pasó la eliminatoria.
La final de la Segunda
Se disputó en el Santiago Bernabéu. El encuentro estuvo muy igualado hasta el minuto 70, cuando Di Stéfano abrió el marcador de penalti. En el 76, Gento logró el definitivo 2-0. El Madrid se confirmó como rey de Europa ante su público.
1957/58: Máximo goleador de la tercera edición
En los cuartos de final de la Copa de Europa el Madrid se enfrentó al Sevilla. El encuentro de ida se jugó el 23 de febrero de 1957 y en los prolegómenos se hizo entrega a Di Stéfano del Balón de Oro. De esta manera La Saeta mostró el trofeo a su afición, antes de maravillar una vez más con un increíble partido. El Madrid ganó 8-0, con cuatro goles suyos.
En semifinales se enfrentó al Vasas de Budapest. En aquel partido protagonizado por la lluvia, Alfredo hizo un hat-trick. En una de sus celebraciones, saltó repetidamente para festejarlo. La instantánea de aquel momento ha pasado a la historia como una de las más míticas que se le hicieron a Di Stéfano.
La final de la Tercera
Se jugó en el estadio Heysel ante el Milan. Schiaffino abrió el marcador, pero Di Stéfano respondió igualando el partido. El tiempo reglamentario acabó con 2-2. Los dos conjuntos estaban agotados en la prórroga por lo que el físico portentoso de Gento acabó decidiendo la final a favor del Real Madrid. Con diez tantos, La Saeta fue el máximo goleador de la competición.
1958/59: Delantera de lujo con Puskas
El fichaje de Puskas hizo que la delantera blanca fuera todavía más temida en Europa. El Real Madrid dejó en el camino al Besiktas y al Wiener SC antes de enfrentarse en semifinales al Atlético de Madrid.
La eliminatoria fue una de las más competidas y hubo de decidirse en un tercer partido de desempate. El encuentro decisivo tuvo lugar en Zaragoza. Aquel 13 de mayo de 1959, Di Stéfano marcó el primer gol de su equipo en La Romareda y lideró a los blancos hacia la final de Stuttgart. Tras este partido se empezó a oír el dicho de “D de dispara, D de defiende, D de dirige, D de domina, D de decide, D de Di Stéfano”.
La final de la Cuarta
En la final se reencontraron con el Stade de Reims y el madridista volvió a ser decisivo en un partido importante. Mateos adelantó pronto a los blancos y Di Stéfano marcó el 2-0 definitivo en el 47’. En una gran demostración de superioridad el Madrid se alzaba por cuarta vez como campeón de Europa.
1959/60: Pentacampeón en el mejor partido de la historia
La Jeunesse d’Esch y el Niza fueron los primeros rivales de esta edición para el único equipo que podía presumir de haber ganado la Copa de Europa. De este modo llegaron las semifinales contra el Barcelona de Helenio Herrera. Ante los blaugrana, el Real Madrid se impuso en el cómputo de la eliminatoria (6-2), con dos goles de La Saeta.
La final de la Quinta
El rival fue el Eintracht de Frankfurt, en un encuentro que está considerado como el mejor de la historia del fútbol. Los alemanes se adelantaron en el marcador, pero Di Stéfano catapultó a su equipo hacia la victoria con dos goles en tres minutos. Los tantos fueron llegando poco a poco hasta el 7-3 final, firmado también por el delantero. El Real Madrid acababa de cumplir la difícil tarea de proclamarse pentacampeón de Europa.