Después de estar 8 años sin ganar nada, llegó nuestro momento. La última vez que se ganó una medalla fue de plata y en el europeo de Suiza.
Se sufrió hasta el final, pero finalmente se ganó ante uno de los rivales mas duros y que más nos había amargado la existencia en nuestra historia mas reciente. En este encuentro, además, se reivindicó Sierra, que se alió con las estrellas Aguinagalde (el mejor del partido) y Cañellas (en tres minutos ya era el máximo goleador del Europeo) para conquistar ese bronce y sacar a los nuestros de su serie de premios de chocolate. Como decían Rocas y Entrerríos, este no era un partido más, tenía que ser el partido de sus vidas, y a fe que algunos se lo tomaron así.
España siempre fue por delante en el marcador e incluso llegó a tener una renta de 4 goles. Fue de esos partidos complicados, por el cansancio, por lo que está en juego, por la calidad de los rivales.