EL SCHALKE ENSAYA EL BALÓN PARADO

Redacción:Noelia Pinto Cervero-Latribunamadridista

El entrenador del Schalke 04, Jens Keller, tiene un plan para vencer al Real Madrid: presión arriba, velocidad y verticalidad. Una idea muy similar a la que empleó el Borussia Dortmund la temporada pasada, con la salvedad de que tiene una plantilla con menos talento, pero con mejor juego aéreo, cualidad que espera explotar ante los blancos.

Los entrenamientos del Schalke son prácticamente idénticos durante las dos últimas semanas, con un ejercicio dominador en cada una de las sesiones. Balón rápido a banda, donde los extremos y laterales salen como flechas y centran, sin necesidad de llegar a línea de fondo. El objetivo es no perder el balón en zonas del campo comprometidas y bombardear a los defensas del Madrid con balones aéreos.

Por la banda derecha, Farfán —el jugador más veloz de la Bundesliga— y Uschida han sido casi siempre los encargados de poner el balón al área, pero el japonés será baja ante el Madrid y podría ser Howedes el que ocupe su lugar. Por la izquierda, Kolasic y Obasic casi siempre monopolizan estas acciones de peligro que en los entrenamientos se encargan de rematar Huntelaar y Szalai.

Un equipo de altura

Los dos delanteros centros del Schalke son grandísimos rematadores, aunque ante el Madrid solo jugará uno y será Huntelaar el encargado de pegarse con Pepe y Sergio Ramos en el área.

El delantero holandés , ex del Real Madrid, es la principal amenaza de los de Ancelotti en este tipo de juego. Huntelaar es un acreditado cabeceador que ha marcado dos goles por arriba en los últimos cuatro partidos, lo que habla de su pegada y sirve de aviso para los jugadores del Real Madrid.

El Schalke también espera aprovechar las jugadas a balón parado. En este sentido, el cuadro alemán no duda y manda al área cada falta que se produce en campo contrario, aunque esté pegada a la línea medular. Aquí se suma el brasileño Santana (1,94), que ya eliminó la temporada pasada al Madrid con el Borussia, al arsenal ofensivo del Schalke, al que también contribuyen jugadores como Boateng (1,85) y Neustädter (1,90).

Durante los entrenamientos, Keller no para de gritar a sus jugadores que jueguen rápido y busquen el área de manera inmediata, provocando que el Schalke se entrene a una intensidad máxima.

El equipo alemán llega a la eliminatoria frente al Real Madrid en una excelente estado de forma, tanto físico —sus jugadores van como aviones— como psicológico, ya que el Schalke solo ha perdido un partido de los últimos 11 que ha disputado. De hecho, va cuarto en la Bundesliga y está peleando por la segunda plaza con el Bayer Leverkusen, al que venció la semana pasada, y con el Borussia, a los que tiene a dos y tres puntos respectivamente. «Podemos aspirar a casi todo», dijo Keller el pasado sábado, consciente del momento de forma su equipo.