Redacción:Noelia Pinto Cervero-Latribunamadridista
El tímpano le está dando más problemas de los esperados a Xabi Alonso, que ante el Celta tuvo que pedir el cambio en el descanso debido a la sensación de fragilidad que sufrió desde que arrancó el partido.
El tolosarra se rompió el tímpano del oído izquierdo ante el Valencia, en el último partido del año. La lesión le impidió volver en el avión con sus compañeros, pero no regresar a los entrenamientos tras el parón navideño. La perforación no era excesivamente grave, por lo que no tenía problemas, en principio, para jugar.
Sin embargo, Xabi no se encuentra cómodo en el terreno de juego. El mediocentro se entrena con un algodón por precaución, pero los partidos los juega al descubierto. Y no termina de estar concentrado al cien por cien. Xabi sufre una distorsión en el oído, debido al ruido del estadio, que no le deja concentrarse al cien por cien y que le provoca una sensación de fragilidad que le obligó a pedir el cambio ante el Celta.
En el primer partido del año, ante el PSG, no sufrió tanto, posiblemente debido a la capacidad del Khalifa Stadium (50.000 espectadores) y a la estructura del mismo, mucho más abierto. Pero en el Bernabéu, muy cerrado y con mucho ruido, lo llevó realmente mal. Yel golpe en la cabeza que se llevó al poco de empezar el partido terminó de rematarle.
Esta molestia no tendría por qué impedirle jugar ante Osasuna. «Lo normal es que la perforación ya esté cicatrizada», explica el doctor Nicolás Meana, del hospital Universitario Cruces de Barakaldo y en la Clínica Cio de Bilbao. «Es posible que tenga afectado el nervio y por eso el ruido lo asimila de una manera diferente. Y en un estadio con 80.000 espectadores… Es una cuestión de adaptación, de compensar la audición del oído», apunta.