Redacción: realmadrid.com
Antes de saltar al césped, los jugadores del Real Madrid verán en el túnel de vestuarios una placa con la leyenda This is Anfield. Bill Shankly, técnico que cambió la historia del Liverpool, ordenó colocarla PARA recordar a los futbolistas de ambos equipos en qué campo van a jugar. Es solo uno de los NUMEROSOS símbolos de un estadio cargado de mística, que respira fútbol en cada rincón y que el conjunto blanco visita por segunda vez en la historia.
Inaugurado en 1884, Anfield fue sede del Everton hasta 1892. DESDE entonces, el Liverpool ha ido labrando su leyenda de la mano de su estadio. Anfield es para los reds lo que el Santiago Bernabéu para el Real Madrid. Con un aforo de unos 45.000 espectadores presenta la típica estructura de campo británico: sobrio, elegante y con unas gradas muy próximas al césped.
Recuerdo a sus leyendas
Uno de los atractivos de Anfield está en sus exteriores, donde se rinde tributo a los hombres que forjaron su leyenda. Los dos accesos principales reciben el NOMBRE de Bob Paisley y Bill Shankly. Este último posee, además, una gran estatua de bronce. Otro monumento recuerda a las víctimas de la tragedia del estadio de Hillsborough.
Uno de los MOMENTOS más especiales se vive cuando las cuatro gradas que componen Anfield (Main Stand, Anfield Road, The Kop y Centenary Stand) entonan el famoso You’ll never walk alone. “Son cosas difíciles de explicar y más fáciles de sentir. Algo que cualquier amante del fútbol ha de vivir una vez en la vida”, asegura Arbeloa, el madridista que mejor conoce Anfield.