El Real Madrid conserva su intratable paso en la Euroliga tras deshacerse este viernes del Zalgiris Kaunas lituano (95-67), en un partido correspondiente a la sexta jornada de competición de la fase de grupos que acabó convirtiéndose en una nueva exhibición de un bloque coral que está cuajando un inicio de curso excepcional.
El conjunto madridista pareció querer celebrar la reciente renovación de su técnico, Pablo Laso, hasta 2016. Aunque la forma de hacerlo, triturar al rival, resulta ya habitual. Los locales dominaban por 24 puntos al descanso (56-32) un encuentro sin historia en el que volvieron a mostrar su interminable poderío ofensivo.
A pesar de la baja de Felipe Reyes, el Real Madrid volvió a imponer un ritmo altísimo desde el inicio que el cuadro de Stombergas, además, no dudó en aceptar. El Zalgiris se unió al festival anotador pero apenas aguantó un cuarto con vida (28-14), ya que los blancos, intratables desde todas las zonas de ataque, llevaban una marcha diferente.
Con Rudy Fernández (16 puntos y 7 asistencias) omnipresente y la perenne magia de Sergio Rodríguez (15 tantos y 5 pases de canasta) revolucionando el juego, el Zalgiris vio pronto los motivos que hacen del Real Madrid uno de los tres equipos invictos a estas alturas. Y es que pese a la extraordinaria primera parte de Justin Dentmon (sus 16 puntos en los primeros dos cuartos), no había partido (56-32).
Nikola Mirotic (17 puntos) quiso asumir protagonismo en un tercer cuarto que acabó, por si hubiera duda, con cualquier tipo de esperanza báltica. Sólo las ganas de Martynas Pocius, que se reencontraba con su exequipo en el Palacio, ponían cierta resistencia por parte de un Zalgiris ya entregado.
Los lituanos (2-4) pelean por entrar en el ‘Top 16’ en un grupo B que gobierna autoritariamente el Real Madrid, que ha ganado sus seis partidos con una menor diferencia de 19 puntos y continúa mostrando un nivel que invita a pensar que el subcampeonato continental del pasado curso puede quedarse corto en el actual.