Redacción: Álvaro Quetglas/La tribuna madridista
Es difícil explicar lo que ha ocurrido en las últimas horas con la Selección española. Si viniese cualquier persona de otra persona y le tuviésemos que decir lo ocurrido, seguramente no lo comprendería, pero es que nosotros- muchos- tampoco lo entendemos. Sin duda, es un caso inédito en la historia de la Selección y difícilmente repetible.
El fútbol siempre ha estado en manos de los jugadores. Son ellos los que hacen que los clubes y selecciones conquisten títulos. Los entrenadores, sin duda, son una parte muy importante a la hora de preparar los partidos y las tácticas; pero, al final, son ellos los que tienen que plasmar las ideas del técnico en el campo. Y, en este caso, los jugadores de la Selección son más importantes que nunca.
Sabemos que tenemos una plantilla que, perfectamente, puede ganar el Mundial. Tenemos un equipo plagado de futbolistas con una excelente calidad y que han mostrado un nivel de juego fantástico. Ahora llega el momento de la verdad: un Mundial. Un torneo en el que el más mínimo fallo normalmente es penalizado. Cada partido es fundamental, cada balón es definitivo. Veremos si los integrantes de la Selección dan un paso al frente. Solo nos queda un día para comprobarlo. Portugal espera mañana.