La crónica: realmadrid.com.
Con argumentos y, sobre todo, recursos inagotables. El Real Madrid volvió a vencer al CAI en el Palacio de los Deportes y lo hizo asfixiando y abrumando desde el minuto uno (93-65). Con un juego colectivo al que no se le pudo encontrar fallos, los de Laso se aprovecharon de su excelente defensa y de su tino desde el tiro exterior. Sergio Rodríguez manejó a su antojo el partido. Pero fueron Carroll en el exterior y Begic en el interior los aliados más aventajados en números, porque en realidad toda la escuadra remó en la misma dirección y hasta cinco jugadores superaron los 10 puntos y seis acabaron por encima del 10 de valoración.
Con el cinco habitual en cancha y esprintando desde el minuto uno, un Real Madrid rápido, alegre, activo en defensa y muy acertado en ataque, lanzaba el primer aviso a navegantes. A pesar de que el CAI intentó combatir a los locales con sus mismas armas, la cantidad de recursos del conjunto blanco, inagotables, terminó por abrumar y asfixiar a los de Abós, que se desesperaban por sus ataques fallidos y veían cómo los de Laso se iban 11 arriba al segundo cuarto (24-13). El Chacho, que dio relevo a Sergio Llull, volvió a ser el motor de un equipo en el que el juego colectivo, casi perfecto, fue la mejor noticia. Muy buenos minutos de Begic y Mirotic.
Si durante el primer cuarto, Laso aprovechaba un tiempo muerto para arengar a sus jugadores para que siguieran por ese camino, reboteando y corriendo, durante el segundo acto la consigna fue la misma. Nuevamente era Sergio Rodríguez, omnipresente y dando asistencias casi imposibles (siete en la primera mitad), el que hacía y deshacía a su antojo moviendo a sus compañeros de manera impecable. Entre él y Carroll consiguieron enloquecer a los maños. El escolta de Wyoming, 11 puntos, 3 de 4 en tiro de tres, se convirtió en un quebradero de cabeza para un Zaragoza que llegó a ir perdiendo por 18 puntos en varios tramos de este acto (38-20; 49-31). Y que se recuperó ligeramente en otros momentos gracias a los triples (43-31). La reacción en la escuadra de Abós se notó en el marcador del segundo parcial (25-22). Aunque el buen arranque del partido hizo que ese despertar no fuera preocupante en el electrónico 49-35.
Con la comodidad del marcador, los de Laso saltaron al parqué tras el descanso a seguir haciendo lo mismo. Y lo hicieron. Con la dupla Draper-Llull en cancha y Rudy, Mirotic y Begic, el Madrid seguía carburando y alcanzaba las máximas diferencias del encuentro gracias a unos excelentes minnutos de Rudy y Niko Mirotic, que siguen a los suyo, y a un Mirza Begic que se reivindicaba en cada acción. Además tres triples consecutivos, dos de Llull y uno de Draper, ponían una insalvable distancia de +30 (73-43). Al final, y sin pegas que poner a este equipo, los blancos volvían a hacer un parcial de 25-14 y se iban a los últimos 10 minutos con el trabajo hecho: 74-49 y una valoración colectiva de 96.
Cinco puntos consecutivos de Felipe Reyes abrían el último acto. Y es que en este partido todos arrimaron hombro. Dio igual que Laso pusiera en funcionamiento su plan A o su plan B, porque ambos le funcionaron. Suárez, muy activo en defensa y en ataque, firmaba también buenos minutos en este último cuarto en el que todos se sumaron a una fiesta en la que el base tinerfeño movió la batuta a su antojo para firmar un espectacular 2-0 en la eliminatoria. Al final, 93-65 y viaje a Zaragoza con los deberes hechos.
REAL MADRID 93 (24+25+25+19): Llull (6), Fernández (10), Suárez (10), Mirotic (10) y Begic (8) -cinco inicial-, Rodríguez (11), Carroll (18), Draper (6), Darden (5), Slaughter (4), Reyes (5) y Hettsheimeir (-).
CAI ZARAGOZA 65 (13+22+14+16): Van Rossom (10), Roll (10), Toppert (3), Aguilar (10) y Jones (2) -cinco inicial- Stefansson (), Rudez (5), Llompart (12) y Golubovic (11) y Fontet (2).