Redacción: Latribunamadridista.com/ Imágenes: www.elmundo.es
Al igual que Isco o Marcelo, Gare Bale vive quizás su peor momento en el Real Madrid, un Bale que con Vinicius y el cumplidor Lucas Vázquez ha quedado relegado a la suplencia, algo que evidentemente no gustó en un jugador de su clase y que no oculta, como ayer pasó, su malestar cada vez que salta al terreno de juego.
Anoche se compró de manera plausible ya que tras marcar Bale el segundo tanto, Lucas Vázquez fue a abrazar a su compañero y el galés le quitó el brazo de mala manera, un gesto que enfadó y mucho a los madridistas.
Sin duda, ese tipo de enfados y ese tipo de gestos abren la puerta a un Bale que ha sido claves en momentos claves desde su llegada al Real Madrid ( final de la champions de la 10ª y sobre todo, la pasada final de champions y la final de Copa en 2014 ante el Barcelona) pero al que las continuas lesiones y sobre todo, un bajo rendimiento en liga lo han condenado y con el gesto de ayer definitivamente, le cierran la puerta de su continuidad en la casa blanca a partir del 30 de junio.