Redacción: Jorge Gómez-Manzanilla/LaTribunaMadridista.com /Imágenes: marca.com
Sea Junio o Octubre, haga un bochorno de calor o un frío que cala los huesos, en Roland Garros desde 2005, el número 1 es Rafa Nadal, el EMPERADOR DEL GARROS, el REY DE LA TIERRA BATIDA, un Nadal que sólo ha cedido dos veces en la pista desde entonces y una, la última, la edición de 2016, antes del partido de Cuartos por lesión y sin saltar a la tierra batida, a su superficie y a su torneo, Roland Nadal Garros.
Ayer ante un rival de mayor empaque que los cuatro anteriores, Rafa volvió a sacar un rodillo, sufrió eso sí, en el primer set y en el segundo, de hecho, tuvo que levantar un (6-5) en contra en el primero y un (3-1) en el segundo pero la juventud de Sinner, con enormes golpes ganadores y que llegará lejos, según el propio Nadal, le pesó en los momentos claves como a otros tenistas porque como dijimos ayer, sólo hay un Rafa Nadal y eso ya ganaba con 19 años en Roland Garros, sólo hay un REY DE LA TIERRA BATIDA y el mejor deportista español de todos los tiempos y ese es Rafa Nadal al que ni la edad en aquellos años 2005, 2006, 2007, 2008 ( fue campeón olímpico en individuales en Pekín 2008) y ahora, ni el frío desangelado de París ni el jugar de madrugada, terrible fallo de organización de Roland Garros, le impiden seguir ganando. (6-7)(4), (4-6) y (1-6) en dos horas y cuarenta y nueve minutos, ¡A semifinales! y a dos partidos del 12+1.
Bien asentado en el fondo de la pista y dando certezos golpes ganadores, Sinner quiso dejar constancia que no iba a ser un rival más para Nadal, al menos no como los cuatro anteriores en el torneo y Nadal a pesar del frío que azotaba París a las 22:30 de la noche, sudó con el italiano, un joven jugador que se había ganado por derecho propio estar en los Cuartos de Final de Roland Garros por encima incluso del alemán Zvered.
De hecho, se puso por delante por (6-5) y sirvió para ganar el primer set pero Rafa sacó su lado de «hierro», agigantándose cuando peor pintan las cosas y devolvió al break y en la muerte súbita se impuso por (7-4).
En la segunda manga, el italiano se lanzó descaradamente a por el encuentro y de hecho, logró ponerse (3-1) rompiendo el servicio de Rafa pero la inmediata reacción de Nadal no tardó en aparecer, consciente que de aún quedan unas semifinales contra el «peque» Schwartzman que derrotó en un memorable partido a Thiem, subcampeón el pasado año y sin duda, la gran amenaza para Nadal en este Roland Garros 2020 y sobre todo, una final veremos si contra el poderoso Djokovic, el tenista número uno pero que nunca se ha coronado en París.
Con (3-3) iguales en la segunda manga, Sinner comenzó a dar síntomas de mayor debilidad, retrocediendo en sus golpeos desde más allá de la línea de fondo, con un Nadal martilleando con su revés a dos manos casi rozando las líneas de la mencionada línea de fondo, golpes más altos y más sufridos de devolver para el italiano. Nuevo break para Rafa y (4-6), dos sets a cero y un Sinner, más tocado piscológicamente que físicamente al que la realidad le dejó constancia que para ganar a Nadal aún le queda camino por recorrer y algunos años más de experiencia.
El tercer set fue similar a los cuatro partidos de Nadal, (1-6) y a semifinales donde espera el «peque» con toda la legión argentina detrás y aferrándose al último precedente, Cuartos de Final del pasado torneo de Roma, también en Tierra Batida aunque al mejor de tres sets. Sin embargo, esto es Roland Garros, esto es un Grand Slam, al mejor de cinco sets y enfrente al mejor de todos los tiempos, Rafa Nadal, 12 entorchados desde 2005, 98 victorias y sólo 2 derrotas y a 2 triunfos de ser centenario y ganar su 12+1 en las últimas 16 ediciones.
#VamosRafa #SomosEspaña