Real Madrid Castilla y R. C. Deportivo de veían las caras en la novena jornada de Primera RFEF en un encuentro que, sin duda, acapararía todas las miradas de los amantes de la competición. El conjunto local venía de cosechar un empate fuera de casa ante el Mérida y llegaba al choque de hoy con la ilusión de volver a la senda de la victoria ante su gente. En el lado opuesto, el Depor visitaba la capital española tras haber sido el primero en conseguir vencer al Linares, con el objetivo de volver a ser los primeros en derrotar al filial blanco en el Di Stéfano.
Las alineaciones
Comenzando por el conjunto local, Raúl sacó su once de gala para medirse ante uno de los grandes equipos de la competición. Así pues, De Luis comenzó bajo palos; línea de cuatro para Vinicius Tobías en el lateral derecho, Rafa Marín y Edgar como pareja de centrales, y Pablo Ramón en el lateral izquierdo; en la sala de máquinas, Dotor y Mario Martín partieron desde el eje, mientras que Peter y Álvaro M. se abrieron a los costados; finalmente, Arribas y Álvaro Rodríguez formaron la dupla ofensiva.
La variante del sistema propuesto por Raúl consistía en que el 1-4-4-2 que se formaba en tareas defensivas, se convertía en un clarísimo 1-3-5-2 en faceta ofensiva. Es decir, Vinicius Tobías y Peter se convertían en carrileros, mientras que Edgar, Pablo Ramón y Rafa Marín partían como tres centrales.
En el lado opuesto, estos fueron los once elegidos por Óscar Cano para intentar asaltar el fortín blanco: Ian Mackay, Antoñito, Lapeña, Olabe, Quiles, Mario Soriano, Carnero, Martínez, Svensson, Rubén D. y Villares.
Así transcurrió la primera mitad
El pitido inicial de Germán Cid Camacho dio paso al mejor partido de la jornada en esta Primera RFEF. Durante los primeros compases del partido, quedó patente el respeto que se tenían sendos conjuntos. Ambos intentaron imponer su fútbol, hacerse dueño de la sala de máquinas y, a partir de ahí, dominar el partido y llevárselo cada uno a su terreno.
Asimismo, el conjunto madridista volvió a demostrar que en casa ha creado una auténtica fortaleza y, en la primera que tuvo, logró abrir la lata del encuentro. Álvaro Martín materializó una jugada de ensueño. El canterano del Real Madrid realizó un control espectacular, tiro un caño a su defensor y encaró la potería rival con una soltura propia de un jugadorazo. Cuando se aproximó a la meta gallega y telegrafió un latigazo con su pierna derecha para imposibilitar que el guardameta detuviese el disparo.
A partir del gol de Álvaro, el partido volvió a igualarse en cuanto a sensaciones, ambos equipos gozaron de alguna ocasión aislada, pero, quizás, lo más destacado del choque fue que ambos pugnaron por la posesión en exceso, olvidándose de la faceta ofensiva. Tal vez, la más clara para los visitantes la tuvo Mario Soriano, el futbolista franquicia del Depor aprovechó un error defensivo de Tobías para hostigar la meta defendida por De Luis. Para fortuna de los blancos, el esférico se estrelló contra la madera y, de este modo, el 1-0 se mantuvo en el luminoso.
Conforme fueron trascurriendo los minutos, el choque parecía evocado a la victoria madridista por la mínima, al menos, en el primer acto. Sin embargo, al filo de la conclusión de los primeros 45 minutos, Pablo Ramón estuvo a punto de anotar el segundo de los suyos. De hecho, quizás, un error arbitral impidió este segundo tanto. El disparo del zaguero madridista parecía, a priori, sencillo para el guardameta visitante, pero el portero no acierta a detener el esférico en primera instancia y casi se convierte en el segundo de los locales, finalmente, Mackay detuvo en dos tiempos. De este modo, se llegó al final del primer tiempo.
La expulsión de Lapeña condicionó la segunda parte
En los primeros compases de juego de la segunda mitad, Mario De Luis volvió a salvar los muebles deteniendo otro disparo de Mario Soriano que se desesperaba al ver desbaratada otra ocasión de gol. Además, la expulsión de Lapeña, por parte del Depor, condicionó la segunda mitad. Un contragolpe de libro de los muchachos de Raúl dejó a Álvaro Rodríguez prácticamente en un mano a mano, sin embargo, el zaguero visitante consiguió derribarle y, como consecuencia, salió expulsado. Este hecho hizo que los visitantes jugaran en inferioridad numérica casi toda la segunda parte, pero con uno menos el Depor tampoco le perdió la cara al partido.
A partir de ahí, quizás al Castilla le faltó hambre de más, de ir a por el segundo tanto que habría cerrado por completo el partido. No obstante, el Depor, aun con uno menos, se mantuvo bien plantado sobre el verde del Di Stéfano y apuró sus opciones para rascar un resultado positivo de esta novena jornada de la competición.
Y, de este modo, se llegó a la conclusión del encuentro. Con un Real Madrid sufriendo en exceso teniendo en cuenta el contexto de partido que se le planteó en la segunda mitad, y con un Depor que se dejó todo en el campo para rascar un punto ante el filial blanco.