Crónica-Redacción:Noelia Pinto Cervero-Latribunamadridista
El dicho de ‘entrenador nuevo, victoria segura’ ya era excesivamente optimista en este Castilla que se desangra, pero el debut de José Manuel Díazsustituyendo al destituido Toril no aportó nada nuevo. No trajo consigo el triunfo, ni mejoría en el juego, ni puntería para hacer gol, los tres puñales que lleva clavados en la espalda el Castilla este curso. Amén de los errores arbitrales en contra que, al menos ayer, no aparecieron.
Y es que el Castilla, diezmado por las bajas de cinco titulares y el Numancia, al que Anquela permitió pecar de exceso de conformismo, empataron en aburrimiento. Díaz fue valiente y se la jugó con el juvenil Narváez, pero el colombiano no fue la solución pese a que ofreció destellos interesante. El filial sigue buscando la piedra filosofal del gol porque suma siete goles en 15 jornadas. Así, salvar la categoría es una quimera…
Tedio. Tras una primera parte de movimientos insulsos en la zona media del tablero, en el que el Numancia sufrió la lesión fortuita de Del Pino, la segunda arrancó más animada. Juanma probó las manoplas de Pacheco a balón parado en el 53’ y Narváez respondió en el 60’.
Julio Álvarez, un exmadridista, amagó con apoderarse del partido en el tramo final. Ni Torró niMascarell se pegaron a él y por momentos fue el compás de su equipo, aunque sin intimidar en demasía. El Castilla, viendo que su rival no se prodigaba con demasiada fe, se estiró y Mascarell probó fortuna en el 82’.
Pero, como hace dos jornadas contra el Alavés, volvió a sostenerse en Pacheco. El internacional Sub-21 realizó una parada salvadora a Juanma en el 84’ que permitió al Castilla rascar un punto que sólo adquiere valor por los tropiezos de Barça B y Las Palmas.