Redacción: Teresa Sendín/realmadrid.com
Fotografía: realmadrid.com
El Castilla volvió a demostrar su determinación para luchar por cada punto que asegure la salvación y logró un trabajado empate en el Ángel Carro. En el global del partido, los de José Manuel Díaz gozaron de más ocasiones que los gallegos y mostraron paciencia y determinación incluso con el marcador por detrás. El gol del empate hizo justicia a esta estadística y nació de una gran jugada de la conexión José Rodríguez-Aguza. El primero dio un gran pase al mediapunta, que generosamente cedió el balón a De Tomás para que marcara a placer.
Este gol del delantero en el comienzo de la segunda parte neutralizó el tanto que los locales habían conseguido en el 30’, gracias a un cabezazo de Iván Pérez en un córner. Sin embargo, los blancos ya eran dueños del encuentro desde los primeros minutos y habían asustado en varias ocasiones a la grada del Ángel Carro.
Los madridistas rozaron el gol tras una pared entre José Rodríguez y Aguza, en la que el mediapunta se topó primero con José Juan y su posterior rechace con el poste. Una subida de Noblejas y un disparo desde la frontal del área de Burgui también pudieron estrenar el marcador blanco en la primera parte.
El empate en el 57’ calmó los ánimos de los dos conjuntos, que se preocuparon más por no cometer un fallo que provocara la derrota que de buscar el gol. Con las dos áreas desiertas de oportunidades desde que llegara el 1-1, fue el Lugo el que estuvo más cerca de conseguir los tres puntos cuando el árbitro pitó penalti a su favor por una falta de Derik. Manu erró la pena máxima a nueve minutos para el final del partido al mandar el balón fuera.
Las tímidas reacciones ofensivas de los dos equipos tras el penalti no supusieron un gran problema para las defensas, que mantuvieron el empate. El Castilla vuelve de Lugo con un valioso punto a domicilio en la lucha por la salvación y amplía su buen momento de forma en al encadenar cuatro partidos sin perder y 14 encuentros consecutivos marcando.