El Bilbao barre al Barcelona. ADIOS SEXTETE ADIOS

Redacción: Luis Miguel Plá.

Muchas veces ocurre que cuando uno habla antes de tiempo de todas las cosas que va a ganar, siempre hay algo que se tuerce y que provoca que te tengas que tragar tus propias palabras, y eso es lo que le ha pasado al Barcelona de Luis Enrique, que ni siquiera ha sido capaz de ganar en el Nou Camp al Athletic de Bilbao (1-1), y ha visto como la posibilidad del sextete se cerraba definitivamente.

Desde que el equipo blaugrana hiciera el ridículo en San Mamés, algo que ha pasado demasiado desapercibido para la magnitud real del fiasco, se había alzado desde el levante un murmullo de tambores de guerra que acompañaban al lema que se gritaba a lo largo de la Rambla, REMONTADA!, pero la realidad, una vez más, ha resultado bastante menos épica de los que se esperaba, ya que el equipo de Luis Enrique no tuvo oportunidades reales de remontar la eliminatoria en ningún momento.

Empezarían fuertes los azulgrana, con un tiro al palo incluido del ‘catedrático’ Piqué, pero pronto se iría enfriando el encuentro y la eliminatoria, que no volvería a coger temperatura hasta que Messi, cerca del descanso abriera la lata vasca y pusiera el 1-0.

La segunda parte empezaría con los mismos bríos que la primera, un Barcelona descontrolado lanzándose a una misión imposible y un Bilbao que sin demasiados apuros defendía una renta que nunca pensó perder. Pero de nuevo Piqué, quién si no, sería el que acabaría por entregar la copa a los bilbainos envuelta en papel de regalo y con un gran lazo, ya que el internacional español sería expulsado por una exagerada protesta por un fuera de juego. Que suerte tiene el gran central de que en España, como dice Del Bosque, no sobren profesionales en su puesto.

A partir de la expulsión ya no hubo emoción ni partido, el Barcelona entregó sus armas y el Bilbao disfrutó de un título que no aparecía en ninguna de sus quinielas. Además, para acabar de darse el atracón, Adúriz, ese delantero que siempre marca pero al que nadie parece hacerle caso, marcó su cuarto gol de la eliminatoria, el que significaba el empate y que dejaba al barcelonismo sin ese sextete que tan a mano habían tenido.

Quizá la próxima vez haya más suerte. Ahora de momento, toca ir a la sala de trofeos y volver a ocupar el espacio que habían dejado para esta Supercopa, esta que ya habían ganado, esta copa que solo es importante si la ganas, pero que si la pierdes contra el Bilbao por un computo final de 5-1….