Redacción: Latribunamadridista.com
Partidazo con letras mayúsculas el que hemos vivido esta noche en Mestalla ante el Valencia y el Barcelona, en la jornada 13ª, número trágico para los que somos supersticiosos y es que las noticias desgradables y trágicas se ceban con este número, en estos 13 indeseables, en una jornada trágica para el fútbol español que esta mañana se teñía de negro con el trágico asesinato de Francisco Javier Roberto Tabuada, alias » Jimmy», ultra del Deportivo de la Coruña que fue asesinado a orillas del manzanares, por otros ultras, los del Frente Atlético.
Volviendo al fútbol, Valencia y Barcelona nos ofrecieron un «partidazo de champions», con una primera hora de claro dominio ché, donde sólo Bravo y la falta de fortuna impidieron a un gran Valencia comandando por Parejo, abrir la lata valenciana. Posteriormente, Negredo y sobre todo, Rodrigo, unidos a André Gómes especialmente este último, en un jugadón con Rodrigo cuando agonizaba la primera mitad que se mereció el premio del gol pero el lateral de la red del meta culé, Bravo, lo impidió.
Tras el descanso, el Valencia puso toda la » carne en el asador» pero tanto Negredo como Rodrigo se toparon con la defensa cule y con un gran Bravo. Así, Piqué sacó bajo palos un buen remate de Rodrigo, Negredo se topó con Bravo y sobre todo, Fegouli, tuvo un claro mano a mano ante Bravo que mereció el premio del gol.
Sin embargo, siendo correctos también mereció el Barcelona el (0-1), en tres ocasiones de Luis Suárez junto a Neymar, Bravo y posteriormente, el recién incorporado Rakitic, de lo mejor de los catalanes, que unas veces con el meta ché, Diego Alves y otra, en un error de Fernández Borbalán que anuló, un gol legal al culé ( los madridistas decimos lo que está bien y está mal y somos objetivos), impidió al » LUISENRIQUETEAM» ponerse por delante en el marcador.
Con la entrada de Rakitic y el lógico cansancio de un Valencia que mereció más durante la primera hora de partido, el Barça se hizo con los bandos del partido y el peligro se cernió sobre un Valencia que recibió un severo y excesivo castigo en el descuento, con un gol de Busquets en una sucesión de remates barcelonistas que un bravo Alves y un sensacional, Otamendi, impidieron hasta quedar prácticamente exhaustos pero que no pudieron evitar, un tercer remate consecutivo de Busquets ( los dos primeros fueron de Messi) que se coló en las redes valencianas.
Un gol que llevó el delirio a la parroquia culé que a pesar de no vivir su mejor momento se aferra a la liga y mantiene el pulso de dos puntos con el Real Madrid antes del último mes de un horrendo 2014 culé, el peor año del Barcelona de al menos el último lustro.