Redacción:Noelia Pinto Cervero-Latribunamadridista
El Atlético deposita sus esperanzas en la Supercopa en una de las señas de identidad que la temporada pasada le llevaron a ser campeón de Liga y finalista de Champions: la colocación y la solidez defensiva. Y es que a los rojiblancos sólo les han encajado un gol en los siete partidos que han disputado en la pretemporada: han acabado seis partidos con la portería a cero y el único gol que les han marcado fue ante el Wolfsburgo, de rebote tras un mal despeje de Griezmann.
Este es el bagaje con el que el Atlético se presenta para luchar por el primer título de la temporada. Simeone basa la construcción del equipo en el trabajo defensivo y un año más lo ha vuelto a conseguir. Su filosofía es que se comience a defender desde el ataque, pero en la comentada solidez defensiva es fundamental el trabajo del portero y de la zaga. Comenzando por la portería, Moyá será el encargado de estar bajo los tres palos contra el Real Madrid. El arquero ha sido el meta de la pretemporada y ha respondido con creces ante la baja de Oblak (con una microrrotura de la que ya se ha recuperado). Ahora falta ver cómo responde en partido oficial y el Bernabéu será el primer escenario en el que pueda demostrar que ha llegado al Atleti para luchar con Oblak por la titularidad.
Por otro lado, la defensa colchonera es una de las líneas que menos modificaciones ha sufrido en este verano. Permanecen Juanfran en el lateral derecho y Miranda y Godín en el centro de la defensa. Tras la salida de Filipe, la única novedad está en el lateral izquierdo. Para cubrir esa baja se fichó primero a Siqueira y después a Ansaldi. Siqueira, que lleva más tiempo a las órdenes de Simeone, partía con ventaja para ser el titular del carril zurdo, pero Ansaldi le ha ido ganando terreno desde que llegó al equipo a finales de julio. El Cholo duda a quién alinear en el Bernabéu aunque Ansaldi parte con ventaja, visto que fue el elegido en el ensayo general de los titulares en el Carranza ante el Cádiz.
Mediocentro. Otra de las dudas del técnico está en el centro del campo: la de quién acompañará a Gabi en el doble pivote. Al principio del verano ese puesto parecía asignado a Mario, pero el regreso de Tiago al equipo ha cambiado la situación. Mario jugó en el Carranza con los teóricos suplentes, pero viene de estar convaleciente tras el fuerte traumatismo craneoencefálico que sufrió en el amistoso contra el Wolfsburgo. Mario ya tiene el alta médica y jugó el partido ante el Sampdoria completo y bien. El técnico deberá decidir, pero en un principio Tiago parte con ventaja para estar en el once del Bernabéu. Por delante, en la banda derecha, Raúl García (pichichi del equipo en la pretemporada con tres goles) cubrirá la baja de Arda, que está sancionado.