Redacción:Noelia Pinto Cervero-Latribunamadridista
El pasado fin de semana Gelsenkirchen hizo un gesto de aprobación en el minuto 65 en el partido ante el Mainz 05. La joven promesa Max Meyer se retiraba del campo y Julian Draxler entraba en escena. Momento que el Schalke 04 llevaba esperando casi tres meses. Justo a tiempo.
Desde que se lesionara en el mes de diciembre, el talento alemán trabajó contrarreloj para llegar a tiempo a la fase decisiva de la temporada. Y no hay nada más importante que una eliminatoria de Champions. Ante el Madrid, las escasas opciones de sorpresa del Schalke ganarán enteros con la presencia del mediapunta de 20 años sobre el terreno de juego.
Su potente zancada, facilidad para el desborde e insultante desparpajo serán un arma más que se sumará a la verticalidad de la ‘foquita’ Farfán o el remate del ‘cazador’ Huntelaar. Es el elemento desequilibrante que esperaba el equipo de Gelsenkirchen. El futbolista habilidoso con la suficiente valentía para jugarse un uno contra uno, tratar de buscar algo distinto, un momento de lucidez que llene de esperanza al conjunto alemán.
La oferta del Arsenal
En el pasado mercado invernal el Arsenal ya ofreció 30 millones por un jugador de 20 años que se encontraba en ese momento lesionado. Síntoma del peso que el creativo centrocampista tiene en el equipo alemán. Presente y futuro del Schalke 04, es la gran esperanza del equipo de Gelsenkirchen para lograr una hazaña cuyo punto de partida arranca este miércoles en el Veltins-Arena.