Redacción:Noelia Pinto Cervero-Latribunamadridista
El pulso del Real Madrid y el PSG se enreda cada vez más. Al principal frente de la discordia entre ambos clubes, que sigue siendo el caso Ancelotti, se une ahora un nuevo foco de conflicto: Gareth Bale. El club parisino sigue considerando que la marcha de Ancelotti se debe a una intromisión del Madrid, pese a que el italiano ha dicho públicamente que se debe a motivos personales que no desvelará, y pretende castigar a la entidad blanca ‘robándole’ el que sería su fichaje estrella del verano.
Sin técnico. El de Bale supone un giro más de tuerca en la tensa guerra fría entre ambos clubes. Ancelotti continúa siendo la patata caliente porque de su llegada dependen decisiones deportivas sobre fichajes y bajas. Y no deja de ser chocante que 18 días después del último partido de Mourinho (el 1 de junio contra Osasuna), el banquillo del Madrid siga sin nuevo inquilino. Si antes de este viernes Florentino Pérez no ha anunciado oficialmente el fichaje de Ancelotti u otro entrenador diferente, se batirán los veinte días que tardó Lorenzo Sanz en cerrar la contratación de Camacho como sustituto de Hiddink en 1999.
Florentino tiene asumido que deberá pasar por caja como hizo con Pellegrini y Mou y pagar por Ancelotti, la única opción de que el semáforo del PSG indique al fin luz verde. La cifra está delimitada (7,5 millones de euros, la ficha que cobraría el italiano por el año de contrato que le queda en París), pero el tiempo empieza a apremiar con la pretemporada blanca arrancando dentro de 28 días y el culebrón sigue enturbiado. Y el PSG no afloja.
En Francia creen que el club parisino busca mostrar poderío y contrarrestar el efecto ante su hinchada de perder al entrenador que les dio la liga francesa después de 18 años. El presidente del PSG, Nasser Al-Khelaifi, amagó a mediados de mayo con una táctica agresiva similar. En aquel momento le dijo al Madrid que liberaría a Ancelotti de su contrato si el Madrid aceptaba que él negociase con Cristiano. Al astro portugués, por cierto, lo quisieron tentar con el mismo sueldo astronómico que ahora le ofrecen a Gareth Bale.
El galés, mientras tanto, sigue de vacaciones en Florida (EE UU) sin descuidar sus negocios. El último ha sido patentar el famoso gesto que hace al celebrar los goles (formar con las dos manos un corazón) y registrarlo con la marca Eleven of Hearts (Once de Corazones) en alusión a su dorsal en el Tottenham. La marca lanzará productos (camisetas, sombreros, etc…) y The Sun estima que le reportará beneficios de 11,7 millones al año. Una señal de su potencial mediático y que el Madrid podría explotar en el futuro, ya que en los contratos que la entidad blanca firma con sus estrellas suele quedarse el 50 por ciento de sus derechos de imagen.