DIEGO LÓPEZ Y LA VULNERABILIDAD DEL REAL MADRID

Redacción:Noelia Pinto Cervero-Latribunamadridista

De todos los problemas que tiene el Real Madrid, la gran cantidad de goles que recibe es el más importante. Ancelotti lo detectó -«el problema lo tenemos atrás», dijo recientemente- pero, de momento, no ha encontrado la solución para cerrar la portería.

A estas alturas de temporada, tras ocho jornadas de Liga disputadas, el Madrid ha encajado 9 goles. Sólo ante el Granada el equipo consiguió mantener la portería a cero. En el resto de partidos, siempre le han marcado.

En los últimos diez años, sólo en la temporada 08-09 los blancos recibieron más goles que ahora, 12 en las ocho primeros partidos de Liga. En los últimos cuatro años, tanto con Pellegrini como con Mourinho el Madrid se mostró mucho más sólido en defensa, al menos al principio de la competición.

No es normal que un equipo como el Real Madrid sólo haya dejado la portería a cero en una ocasión en lo que va de Liga. Al menos, los males en defensa en Liga no se trasladan a la Champions, donde el Real Madrid sólo ha encajado un gol.

Posiblemente, mucha culpa de lo vulnerable que está siendo el conjunto de Ancelotti es que el técnico italiano no ha conseguido encontrar todavía su defensa ideal. En los 10 partidos que ha disputado el equipo entre Liga y Champions, Carletto ha alineado ocho zagas distintas.

Muchos cambios
Lo único reconocible era la pareja de centrales, con Pepe y Ramos, pero con la llegada de Varane eso también ha cambiado. En los laterales el baile es total. Por la derecha se reparten minutos Carvajal y Arbeloa. Por la izquierda, ya han jugado cuatro jugadores distintos: Marcelo, Coentrao, Nacho y Arbeloa.

El caso es que el Levante, que llegaba a la cita con el Real Madrid con sólo ocho goles marcados en siete partidos, le hizo dos al conjunto blanco y lo tuvo contra las cuerdas. Sin contar la Champions, el Madrid encadena seis jornadas recibiendo goles.

Con los problemas en el juego que tiene el Real Madrid y la dificultad que está encontrando para marcar, no cerrar su portería complica mucho más una situación que ya es delicada. El equipo ha perdido el equilibrio en defensa y eso se traduce en una cifra de goles encajados que es demasiado elevada.