DESDE LA TRIBUNA: JORGE GÓMEZ-MANZANILLA/LATRIBUNAMADRIDISTA
La mejor selección de todos los tiempos se encuentra por primera vez en cinco maravillosos años en una situación complicada, contra las cuerdas por culpa de dos tropiezos (Francia y Finlandia) que sin llegar a ser resbalones obligan a la roja a ganar sí o sí en Saint Denis, escenario complicado todo hay que decirlo, ante una Francia diferente de la mano de Deschamps, una Francia que sin tener los lingotes de calidad que tienen los nuestros ha sabido competir, quizás por fortuna, mejor que nosotros en esta fase de clasificación, arrancando un » empate in extremis» en el Vicente Calderón (1-1), aprovechándose de un desafortunado empate de España ante Finlandia (1-1), situándose como líderes del grupo por lo que un empate en casa ante los españoles les sirve (ganando los últimos tres partidos) para estar en Brasil y condenar a España a una absurda e injusta repesca.
Sin embargo, España ha demostrado desde la Euro 2008 hasta la fecha que es capaz de todo y lo más importante, de superar a todos, con un fútbol preciosista y cautivador bautizado como «tiki-taka», un fútbol con el que el espectador disfruta de lo lindo y lo más importante, se siente orgulloso de ser español.
Para la final de hoy, uno de los grandes responsables de este fútbol, quizás el eje de esta selección, Xavi Hernández, acudirá al rescate de los nuestros, en un centro del campo que junto a Busquets, Xavi Alonso, Iniesta y Silva, devolverán el balón a una España que lo perdió en la segunda mitad del España-Francia en el Calderón y lo acabó pagando.
Junto a ellos estará el killer de la era tiki-taka, David Villa, el asturiano que lesiones superadas y titulares recuperadas, es un «fijo» en el esquema de Vicente Del Bosque que confía mucho en el olfato goleador del «guaje».
La única baja sobre el césped que no sobre el vestuario y la grada de Saint Denis será la del «santo de España», Iker Casillas, que ya está listo para jugar pero que por culpa de una lesión y todavía no haber podido disputar ni un sólo minuto con el Madrid no podrá situarse bajo los palos del marco español.
Sin embargo, el capitán estará con su equipo, con sus amigos de la roja, arropando a los nuestros (como lo hizo con el Madrid en la gloriosa semana blanca ante Barça y Manchester United) para liquidar a Francia en la «batalla de Saint Denis», una batalla decisiva para estar en Brasil y defender el título mundial de Sudáfrica 2010 y donde como venimos repitiendo en los días anteriores, España por historia, por calidad y por ser la actual campeona estará sí o sí en la cita mundialista de Brasil.
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