Desde la Tribuna: Jorge Gómez-Manzanilla/Santiago Bernabeu
¡¡¡ No pudo ser!!!, finalmente no hubo remontada y la décima, la deseada desde 2002, tendrá que esperar un año más en lo que por desgracia serán doce años ya sin ganarla quizás demasiado tiempo para el club más grande de la historia pero en palabras de su actual entrenador, José Mourinho, el Madrid tarde o temprano ganará la décima aunque ya sin el MouTeam, el Madrid de los récords.
Al igual que le ocurrió al Madrid de la «Quinta del Buitre», con récord de goles y de puntos en la mítica temporada 1989/90, un récord que superó el «Mouteam» la pasada temporada, los merengues se quedarán por tercer año en la orilla de la champions, en unas fatídicas semifinales que condenan nuevamente al equipo sin ganar la décima.
Un mal partido en Alemania (4-1) donde hubo falta de actitud por parte de ciertos jugadores algo que confesó Sergio Ramos tras el encuentro y las oportunidades desperdicias en la primera mitad y especialmente en los quince minutos de la segunda dieron al traste con las ilusiones merengues, con una décima que tendrá que esperar pero que no será conquistada por el «MouTeam», por un José Mourinho que dejará honda huella en el Madrid, por su carácter, por su personalidad, por su comunión con parte de la afición blanca, por haber ganado al mejor Barcelona de la historia pero también por sus conflictos con los pesos pesados de la plantilla, por sus desaires con la prensa (prensa oportunista y antimadridista realmente), pero también por no haber logrado ganar la décima, el principal objetivo para que el fue contratado en el verano de 2010 algo que entristece a todos los madridistas, mouriñistas o no mouriñistas y que condena al luso a un segundo escalón de entrenadores merengues, de aquellos como Capello, Schuster o Beenhakker entre otros, entrenadores madridistas que fueron grandes en España pero no en Europa por debajo de los tres entrenadores que si han ganado la Champions alguna vez como entrenadores del equipo blanco, Miguel Muñoz, Vicente Del Bosque o Jupp Heynckes.
Independientemente de las quejas obligadas a Mou, ciertos jugadores del Real Madrid tienen que ser puesto en tela de juicio. Uno de ellos es Gonzalo Higuain, gran madridista y gran delantero y que debería estar en la primera plantilla madridista pero quizás desde un segundo plano, sin llegar a ser titular en las grandes citas de Liga de Campeones donde su falta de acierto de cara al marco rival nos ha privado de escalar, entre otras muchas razones, en las ediciones de 2010 y ahora de 2013 de la champions.
Sus fallos en la vuelta de octavos de final ante el Lyon en la edición de 2010 y ayer ante en la vuelta de semis ante el Dortmund condenan al «pipa» a no poder ser el «9» titular y de garantías que tiene el Madrid aunque también sus goles en liga en momentos decisivos de la historia como el tanto a Osasuna en el partido del alirón liguero de la 2007/08 o el decisivo tanto en el descuento ante el Español en la liga 2006/07, la del «Juntos Podemos y el Clavo Ardiendo», le convierten en un jugador válido para la primera plantilla del Madrid aunque evidentemente asumiendo su rol de suplente de un gran «9» bien Cavani bien Falcao.
Junto con Higuain, jugadores como Coentrao, Khedira, Essien, Benzema, Di Maria, Kaká o Carvalho deberían abandonar el club a final de temporada ya que su calidad dista mucho de la que se necesita para estar en el Real Madrid, en un club grande que no puede estar once años ya serán doce si se lograse el año próximo, sin ganar la décima.
En definitiva, un espíritu de Juanito que arrancó con el tanto de Benzema en el 81′ y llegó a su momento de mayor efervescencia en el 87′ con el golazo de Sergio Ramos, sin lugar a dudas el mejor del Madrid en el día de ayer, fue insuficiente para culminar una gran remontada y situar a José Mourinho y su «Mouteam» en una final de Liga de Campeones doce años más tarde, un espíritu de Juanito que no tuvo un final feliz como en el año 1985, con los saltos de Juanito al ser retirado del terreno de juego tras marcar Santillana el (4-0) al Borussia M’Gladbach que metía al Madrid en cuartos de la Ueffa, y si un final amargo con Sergio Ramos llorando y consolado por Casillas y Marcelo, dos pesos pesados en el banquillo madridista, curiosamente los tres capitanes enfrentados a José Mourinho, un «cisma merengue» que ha sido uno de los grandes culpables de la imagen de ayer, la de la desolación y las lágrimas, la del sueño esfumado de la décima un año más y sin duda, la noche más amarga también para José Mourinho que a buen seguro ha tenido en el Madrid grandes momentos pero también un » gran borrón» en su carrera como entrenador, una exitosa carrera llena de títulos pero sin haber logrado hacer al mejor club de la historia, al » Rey de Copas de Europa», al Real Madrid, campeón de Europa.